El Amo (parte 7)

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Tsurugi estuvo muy ocupado todo el día. Tenma se aburría constantemente y se sentía solo. Daba vueltas por el jardín, cotilleaba, hablaba con los criados... Pero seguía sin soportar el estar solo mientras Tsurugi firmaba papeles con  jugando distraidamente con una moneda.
-¡Hey! - le sobresaltó Tsurugi, que acababa de entrar. Tenma se sonrojó sin poder evitarlo sólo al verle tan elegante y con una sonrisa en la cara.
-H-hola... ¿Has terminado la reunión?
El peliazul suspiró y dijo:
-Qué va... Me han dado un respiro... Pero aún quedan muchas cosas que hacer... Tener una casa tan grande no es fácil. - sonrió de nuevo y se sentó junto a él para revolverle el pelo.
Hubo unos segundos de silencio en los que Tenma miraba al suelo aún rojo, cohibido y sin entender qué le ocurría. Por alguna razón no dejaba de pensar en la situación de la noche anterior.
-Oye Tsurugi... ¿Cómo puedo- apenas terminó la frase cuando uno de los hombres trajeado les interrumpió para llamar a Tsurugi.
-Luego hablamos. - sonrió y se levantó para irse.
Tenma se quedó solo en silencio, dejando a su mente hablar y dejándose llevar por ella.

Se hizo muy tarde. Ya cuando la luna se asomaba en el cielo y la oscuridad inundaba la ciudad Tenma se dio por vencido y se fue a dormir. Justo cuando estaba poniéndose el pijama el peliazul le asustó entrando en la habitación sin previo aviso, haciendo que se sonrojara y tapara el pecho descubierto. Tsurugi le saludó y Tenma se limitó a tratar de actuar normal, terminando de vestirse.
-¿Qué tal? - preguntó el castaño tras unos segundos de silencio y ya metiéndose en la cama.
-Bien, todo bien. - dijo mientras se desvestía sin vergüenza alguna ante su tímida mirada. - Quién me mandaría heredar esto... Trae muchos problemas... - suspiró y se metió en la cama semidesnudo. Tenma intentaba contener su rubor pero no podía esconder sus palpitaciones y nerviosismo.
-¿Y tú?
Dudó unos segundos antes de responder, pero finalmente se armó de valor y dijo:
-Creo que estoy listo.
La mirada de confusión que recibió hizo que suspirara y prosiguiera hablando, tratando de que no se notara su temblorosa voz:
-Conviérteme en vampiro.
Tsurugi rió incrédulo.
-¿Lo dices enserio?
Tenma asintió, a lo que el peliazul respondió con una sonrisa pícara.
-¿De verdad quieres pasar el resto de tus días así?
Tenma asintió de nuevo. Tsurugi no entendía nada, pero le siguió el juego.
-¿Seguro? - dijo poniéndose encima suyo y acercándose a su cara.
Tenma asintió cada vez más rojo y nervioso, lo que hacía disfrutar a Tsurugi y alimentaba su sonrisa de autosuficiencia.
-¿Enserio quieres que lo haga? - dijo ya en un tono más serio.
-Si voy a pasar el resto de mis días aquí... Prefiero no correr ningún peligro. - sonrió levemente tratando de ocultar su tensión.
Se miraron por unos segundos y por un momento sus corazones palpitaban al unísono.
-Está bien. - dijo acercándose a su cuello despacio. A continuación puso una mano en su mejilla y rozó su piel con sus labios antes de presionar su cuello con sus colmillos.
Tenma soltó un gemido de dolor que trató de contener agarrando la fuerte espalda de Tsurugi, que de alguna manera apaciguaba su dolor. Por unos segundos bebía su sangre fresca según salía de la herida que había hecho y podía disfrutar de ese dulce líquido por el que mataría.

Cuando terminó el proceso separó su boca de su cuello y aún cubierto de la locura y placer al que le sometía la sangre le miró a los ojos con una mirada perdida, pero que en cuanto coincidió con la tierna mirada de Tenma le devolvió la cordura y calma. Así permanecieron unos segundos: mirándose fijamente el uno al otro a escasos centímetros. Sin poder resistirse más Tsurugi se atrevió a besarle. Lo hizo suavemente y empezó a mover sus labios sobre los suyos despacio, con mucha ternura. Tenma cerró los ojos despacio y le siguió el beso mientras sentía como su cara ardía. Sin poder evitarlo rodeó su espalda y siguieron besándose por unos segundos, hasta que se volvió a quejar del dolor. Tsurugi reaccionó de inmediato: se separó de él, le miró la marca en el cuello sangrando y se levantó corriendo a buscar algo para limpiar la sangre y curar la herida. Le trajo un pañuelo de tela con el que limpió y presionó ese lado del cuello hasta que dejó de sangrar, mientras que Tenma miraba a otro lado completamente avergonzado.

Tsurugi se dio cuenta de ello y rió orgulloso.
-¿Qué te ocurre?
-Nada. - respondió sin siquiera mirarle.
-¿Te da vergüenza? - dijo acariciando su mejilla.
Como era de esperar no respondió, lo que de nuevo provocó su risa y que por dentro se muriera de ternura. El peliazul se metió en la cama para dormir dándole la espalda y hasta el día siguiente no hablaron más.

Arion x Victor / TenmaxTsurugi( Kyoten)fanfic Y One Shots7u7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora