LUEGO DE 1 SEMANA
ETTANNo podía acostumbrarme a quedarme en esa casa, todo era extraño para mí. Debía de encontrar una forma de escapar de allí, antes de que fuera tarde.
Gracias a Dios Jared no pasaba mucho tiempo en la casa. Sino las cosas serían mucho más complicado para mí, poniéndome nervioso cada dos minutos.
No podía dejar de pensar que pasé de pasar una noche con él a ser su prisionero. Tenía que decir que aún seguía siendo tan atractivo como la noche en cual lo ví en la disco.
Intentaba no pensar en él pero mientras más lo intentaba más estaba en mi cabeza. Era un hombre elegante, y por su puesto, apuesto. ¿Que dirían mis padres al enterarse que pasé una noche con él y que me siento atraído?
En lo más profundo sabía que eso traería solo problemas. Esa noche me había sentado a leer un libro y me había quedado dormido en el sofá, me desperté cuando escuché pasos.
Jared apareció frente a mí, con su rostro serio.
— "Mi sofá no es una cama y recuerda que no estas en un spa."— Dijo a lo que yo me incorporé.
— "¿Deseas algo de cenar?" — Pregunté aún anonadado.
— "¿Desde cuando eso te importa?"
— "Desde que tú ama de llaves me dijo que solo soy un simple sirviente." — Respondí poniéndome de pie.
— "Bien. Entonces prepara algo y sírveme un trago."
Comencé a caminar hasta la cocina sintiendo sus pasos detrás de mí. Al ingresar a la cocina él se recostó de la repisa, mientras yo sacaba algunos vegetales de la nevera.
No podía mirarle a la cara, era realmente difícil para mí mantenerme en la tierra cuando lo hacía. Comencé a cortar los vegetales.
— "Quisiera saber de mi familia, dejarles saber que aún sigo vivo." — Comenté.
— "Entonces coopera conmigo." — Le respondió.
— "No puedo hacerlo." — Comenté con algo de tristeza y culpa.
— "Mejor dí que no quieres hacerlo; además, no importa cuanto tiempo tenga que esperar para saber donde está." — Respondió.
No hice más que quedarme en silencio. Pues aún así lo consiguiera creo que todo seguiría igual. En ese momento, corté un poco mi dedo que de inmediato empezó a sangrar.
Él repentinamente me tomó de la muñeca y se llevó mi dedo a su boca para succionarlo con fuerza. ¿Qué rayos estaba haciendo? Podía sentir mi rostro ponerse caliente, se alejó de mí.
— "Solo detenía la sangre." — Dijo pero yo aún estaba perdido con lo que había pasado, dije en un tono de voz bajo "gracias".
Me giré de nuevo con dirección a la nevera y podía jurar que podía sentir sus ojos encima de mí, y de un momento a otro escuché su voz a mí oído haciendo que diera un pequeño brinco y que se me erizara la piel.
— "¿Dónde está mi trago?"
— "¿Porqué tienes que estar tan cerca?"
— "¿Que tiene de malo? Esa noche, que yo estuviera cerca y tocándote parecía gustarte."
— "Dijiste que eso ya no pasaría."
Me tomó de la cintura al mismo tiempo en que todas mis fuerzas disminuían.
— "¿Qué si cambio de opinión?" — Dijo y sentí su nariz rosar mi cuello.
— "No... puedes hacerlo..."
ESTÁS LEYENDO
ME ENAMORÉ DE UN DESGRACIADO.
RomanceJared Kind Bradley conocido por ser un mafioso despiadado, frío y sin corazón, que busca cobrar venganza por la muerte de su mejor amigo Jacob, y que termina enganchando en las trampas del amor al lado de su peor enemigo. ¿Quién será el desgraciado?