LUEGO DE MESES
JAREDHabía pasado algunos 7 meses desde que le hice mi propuesta a Etthan de que fuera mi esposo, en esos días los rumores anduvieron por cada rincón de la ciudad pero lo más importante es que su familia al menos hasta el momento no había intentando hacer nada indebido.
Etthan había vuelto a relacionarse con dos de sus hermanas, Yolanda y Sharon, y aunque no llevamos la mejor relación al menos tenemos un trato cordial.
Salí al estacionamiento para subirme al auto donde Etthan esperaba por mí. Le besé como un saludo.
— "¿Como estuvo tu día?" — Pregunté.
— "Estuvo bien. Me he asegurado de que todo este en orden para mañana." — Dijo deslizando su mano suavemente por mi nuca.
— "Que bueno." — Respondí.
— "No puedo creer que mañana sea nuestra boda, Jared. ¿En algún momento lo pensaste?" — Preguntó mientras iniciaba la marcha.
— "Quería hacer mi esposo. Pero, tuve dudas si regresarías conmigo luego de lo último qué pasó."
— "Bueno. Aquí me tienes y ya pasó." — Dijo dándome una sonrisa.
El haberle conocido había traído muchos cambios a mi vida. Yo tampoco era tan malo como muchos me pintaban y creo que él había aprendido a leerme tal y como soy.
Mis padres estaban felices de qué realmente allá encontrado el amor, y que pudimos superar las dificultades que tuvimos. Pero ahora estábamos aquí a tan solo horas de nuestra boda y yo estaba más ansioso que nunca de por fin ponerle el anillo.
— "Estoy más que feliz de que estemos juntos." — Le dije sonriéndole.
— "Lo sé." — Comentó sin quitar la vista del frente.
Esa noche fuimos a casa con la emoción de cerrar los ojos y que ya llegara el día siguiente y para nuestra suerte así había sido.
Al siguiente día, nos separamos desde horas tempranas en la mañana, no habíamos tenido el chance de volver a vernos, él se encargaba de verse espléndido y yo solo estaba siendo yo.
Papá Ed había aceptado encaminar a Etthan hacia el altar como él había deseado que sucediera con su padre pero lamentablemente no era posible.
Las horas pasaban tan lentas para mí, deseaba con tantas ganas tenerlo frente a mí, y cada vez la pequeña iglesia en la cuál nos íbamos a casar comenzaba a llenarse aumentando mi ansiedad.
Mis manos sudaban con rapidez y me hacía imaginar lo hermoso que iba a verse vestido en un traje de blanco. Me quedé helado cuando ví un rostro conocido en la entrada, era su padre.
Pensé que simplemente iba a arruinarlo todo. Julio se acercó a mí para decirme que podía deshacerse de la molestia pero decidí que yo me haría cargo, así que camine entre mis invitados hasta él.
— "¿Se ha perdido?" — Le pregunté con la mirada fija.
— "No. no estoy perdido, estoy en lugar donde debo de estar." — Respondió sin despegarme la vista.
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ME ENAMORÉ DE UN DESGRACIADO.
RomantizmJared Kind Bradley conocido por ser un mafioso despiadado, frío y sin corazón, que busca cobrar venganza por la muerte de su mejor amigo Jacob, y que termina enganchando en las trampas del amor al lado de su peor enemigo. ¿Quién será el desgraciado?