JAREDterminaba de tomar una ducha cuando mi celular sonó. Era Julio mi jefe de seguridad. Había estado trabajando en conseguir la ubicación de uno de los dos buscados, y ya llevábamos semanas sin avances.
No tarde en responder.
— "¿Noticias?" — Pregunté.
— "Encontramos a Verónica, jefe." — Dijo desde el otro lado.
— "¡Si! ¿Y su marido?" — Pregunté.
— "Lamentablemente estaba sola... y no había rastros de él aparecer estaban separados." — Comentó mientras yo comenzaba a vestirme.
— "¿Como diste con ella?" — Pregunté.
— "Le dije que las cámaras de transito la habían visto entrando en una tienda cercana, así que puse hombres por todo el perímetro hasta que ella volvió a salir." — Dijo.
Abrí la puerta de la habitación para bajar las escaleras.
— "¿Dónde la tienes?"
— "Estamos en la avenida XXXX XXXX. Mejor le enviaré la ubicación por GPS." — Comentó.
— "Voy para allá. No la dejes escapar."
— "¿Sucede algo?" — Escuché detrás de mí, me giré para encontrarme con él detenido en las escaleras. Sus ojos presentaban preocupación.
— "¿Porqué debería de decirte?" — Comenté y salí de la casa.
Aunque él no me había hecho nada directamente hacía mí, solo estaba ocultando donde estaba. Así que debía de obtener lo que deseaba mediante mis medios aunque eso significará que deba de encerrar a la familia completa.
Conduje por horas, si que estaba alejada de la ciudad pero no podía esperar a que él momento de verla llegará. Llamé a Ian que tardó para responder el celular pero al final lo hizo.
— "¿Qué pasa...?" — Preguntó aún anonadado.
— "Encontramos a Veronica." — Le dije.
— "¿Qué...?" — Dijo aún dormido — ¡¿Qué?! ¿Y su marido?"
— "Julio dice que no encontró rastros de él y que al parecer no estaban juntos. Ve lo más temprano que puedas a casa, allí hablaremos con ella."
— "Bien."
Colgué la llamada, para terminar de llegar hasta donde estaba mi equipo, abrieron la puerta de la casa para dejarme ingresar, me desmonté de inmediato y caminé hasta el interior.
Allí estaba ella sentada, atada de las manos. Su pelo largo caía como manantial hasta su parte lumbar, y sus ojos color canelas eran tan parecidos a los de Ettan, no podía negar que esa familia tenía una belleza única.
— "Gusto volver a verte, Veronica."
— "No me asesines por favor..." — Comentó con lágrimas en los ojos.
— "No lo haré. Solo quiero saber donde está tú marido." — Pregunté.
— "Jared debes de creerme, no sé dónde está. Nosotros nos separamos sin decir el paradero uno del otro."
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ME ENAMORÉ DE UN DESGRACIADO.
RomansaJared Kind Bradley conocido por ser un mafioso despiadado, frío y sin corazón, que busca cobrar venganza por la muerte de su mejor amigo Jacob, y que termina enganchando en las trampas del amor al lado de su peor enemigo. ¿Quién será el desgraciado?