Después de tomar sus supresores, Loki había preferido dormir el resto del día, agotado física y mentalmente llegó a la resolución de que le haría bien alejarse de todos los alfas y dejar que sus hormonas se calmen y estabilicen a su propio ritmo. Durante los días de sus celos le gustaba tomarse las cosas con calma y darle el espacio y tiempo necesario a su cuerpo, sin forzar nada que pudiera perjudicarle después, esa era la razón por la que casi siempre evitaba los inhibidores, si bien estos ayudaban a reducir los calores, también hacían que el celo se prolongue por un par de días más.
Siendo alrededor de las seis de la tarde su estómago empezó a protestar, lo que a Loki le pareció muy lógico ya que no había probado un solo bocado en todo el día. Se levantó de la cama comprobando que ya se encontraba bien, y, arreglándose un poco, salió de su habitación rumbo a la cocina.
No le sorprendió encontrar varios restos de escombros en el camino y sonrió al imaginar lo furioso que se pondría Stark al enterarse de que habían destruido los laboratorios por 3ra vez en sólo dos meses.
Sip, pensamientos felices.
Habiendo llegado a la cocina le dio un vistazo rápido al contenido del refrigerador, tomó un poco de jamón y algo de queso colocándolos sobre la mesa, se había volteado dispuesto a buscar pan cuando escuchó a alguien entrar. Loki supo de inmediato que se trataba de Steve, pero prefirió ignorarlo y siguió rebuscando en la alacena, y cuando al fin dio con la bolsa de pan se giró para ponerlo junto a sus demás insumos.
Steve se había acercado lo suficiente para hacer sentir incómodo a Loki, pero este estaba empecinado en ignorarlo.
—Creo que nos debes una disculpa. —habló el rubio, apoyando su brazo sobre una silla.
Loki fingía estar concentrado en preparar su sándwich, y ni siquiera se tomó la molestia de mirarlo. —¿A quiénes?
—A Thor, a Bruce y a mi. Lo que hiciste en la mañana fue muy bajo.
—No me digas. —Levantó la mirada y una sonrisa sarcástica se dibujó en sus labios.
—Sabes que estuvo mal, Loki.
—Siendo justos, son ustedes los que deberían disculparse conmigo. —Volvió su atención al sándwich.
—¿Y eso por qué? —entornó los ojos y frunció los labios.
Steve había estado esperando hablar con el pelinegro toda la tarde, y cuando lo vio salir de su habitación no dudó en seguirlo. Tenía en mente reprocharle por su mal actuar y no acercarse mucho, era consciente de lo mal que le dejaba su aroma por lo que decidió que no se arriesgaría. Todo ese plan se fue a la basura cuando vio la esbelta figura de Loki estirada sobre el repostero, hurgando en su interior, la camisa delgada que llevaba puesta se había levantado un poco, dejando expuesto un pequeño trozo de su pálida piel.
Caminó hacia él como hipnotizado, sus piernas parecían tener consciencia propia y cuando estuvo lo suficientemente cerca el aroma a menta y miel tibia lo envolvió, tragó saliva luchando contra su primer impulso de rodearlo con sus brazos por detrás, inclinarlo sobre la mesa y arrancarle la ropa. Tuvo que reprocharse a sí mismo, tratando de poner bajo raya a sus instintos.
Pero el notorio rubor en sus mejillas no había pasado por alto a ojos de Loki, quien prefería no mirarlo mucho porque ver a Steve de ese modo le había parecido bastante encantador.
—Por ser unos estúpidos Alfas hormonales incapaces de controlar sus bajos instintos. —dijo, dando la contra a cualquier sentimiento bonito que pudo haber sentido por el rubio.
—Yo no...
—Shh. —hizo un ademán con su mano indicándole que cierre la boca —. Quiero comer en paz.
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¿Destino o Amor? | Stoki
FanfictionEs el tercer mes que Loki lleva viviendo en la Torre de los vengadores. Es el tercer mes cuando empieza a sentirse inexplicablemente atraído por el Capitán Rogers. Es el tercer mes cuando Steve Rogers se da cuenta de que está enamorado. Pero... Hay...