¿Destino o Amor? | Stoki

Capítulo 10.

N/A: Holaaaaaa! ya ha pasado un tiempo desde que actualicé este fic, y como siempre, debo disculparme por la demora, pero hay una buena razón, estos meses he estado preparándome para ingresar a la universidad, mi examen de admsión será en 2 semanas, y después de eso estaré libre para seguir avanzando con todos los fics que tengo pendientes <3 Espero que no me hayan olvidado :(

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Pequeñas gotas de sudor resbalaban por la frente de Loki, mientras trataba de liberarse de los enormes brazos de Thor.

El rubio lo había sometido por completo sobre la lona, rodeando el cuerpo más pequeño con sus brazos e inmovilizando sus piernas con las propias, ambos quedando en una posición muy incómoda, y aunque el de ojos verdes había intentado de todo para poder zafarse, era muy evidente que su fuerza física era mucho menor que la de Thor, pero pasaba lo contrario con su habilidad mental, así que, cerrando los ojos y concentrándose lo más que pudo en su posición, hizo fluir magia a través de todo su cuerpo. Un resplandor verde empañó la mirada desconcertada de Thor, y dos segundos después, una pequeña serpiente se deslizó por entre sus brazos, dejándole de regalo la marca de una mordida en su piel.

Loki, en su nueva forma, se deslizó por el suelo del gimnasio hasta estar lo suficientemente alejado del rubio, y sólo entonces, con otro resplandor enceguecedor, volvió a su apariencia usual.

—Ya sé que odias perder, Loki, ¿pero la mordida era necesaria? —Thor se levantó de la lona en el suelo, mirándose los dos huecos medio sangrantes en el brazo.

—Me hiciste sudar, te lo merecías. —El menor se sacudió las ropas, llenas de suciedad y sudor, haciendo una mueca de desagrado.

Thor sonrió negando con la cabeza.

—Gracias, la verdad extrañaba mucho entrenar contigo ¿hace cuánto no lo hacíamos? —preguntó, acercándose a una enorme vitrina en una esquina, para coger un botellón de agua.

—Irrelevante.

—¿Sabes? echo de menos aquellas tardes soleadas en Asgard, cuando te escapabas de tus lecciones de magia para ir a verme entrenar, y luego ambos subíamos hasta lo más alto de Valaskjalf para ver el anochecer ¿lo recuerdas? —preguntó, con los ojos brillantes y llenos de añoranza. Loki apartó la mirada, cruzando los brazos, y Thor continuó hablando al no obtener respuesta —. Cada vez que tenía problemas para dormir íbamos hasta allá y me decías que contara las estrellas, yo lo hacía, creyendo que cuando despertara tú te habrías ido, pero siempre que abría los ojos te veía enfurruñado a mi lado, estabas ahí, sin importar el clima o lo incómodo del suelo... me sentía tan afortunado de tenerte a mi lado, y yo... —Todo su entusiasmo se esfumó en el siguiente parpadeo, como un globo desinflándose —. Yo... Hice todo mal, Loki.

El menor bufó, con una sonrisa sarcástica en los labios caminó, taimado, hasta la misma vitrina para coger una toalla y limpiarse la cara.

—¿Crees que culparte cambiará lo que pasó? Esos días jamás volverán, el Loki que andaba todo el tiempo atrás tuyo, cuidando que estés bien, que te quería y admiraba, ya no existe. Entiérralo en tus recuerdos y déjalo allí, así como hice yo. —dijo, calmo, evitando el contacto visual, luchando por camuflar lo perturbado que se sintió al recordar aquellos días en Asgard.

—¡No podría! —El rostro de Thor se distorsionó en una expresión entre ofendida y escéptica — ¿Cómo hacerlo? Cuando lo que más desea mi corazón es tenerte de vuelta. —confesó, conteniendo las ganas de tomarlo por los hombros.

Loki se mostró realmente sorprendido por sus palabras, la sorpresa pasó rápidamente a convertirse en desconcierto, y luego, en furia explosiva.