El capitulo más esperado por toda Latinoamérica unida. Hagan sus apuestas. Que será¿una cierva? ¿Un bowtruckle? ¿Un dragón? ¿Un León?
—Supongo que ahora lamentarás haberte dado de baja de Adivinación, ¿verdad, Hermione? —comentó Parvati con una sonrisita de suficiencia.
Era la hora del desayuno, dos días después del despido de la profesora Trelawney, y Parvati se estaba rizando las pestañas con la varita como yo le había enseñado y examinaba el resultado en la parte de atrás de una cuchara. Aquella mañana ibamos a tener la primera clase con Firenze.
—Pues no, la verdad —contestó Hermione con indiferencia mientras leía El Profeta—. Nunca me han gustado los caballos.
Pasó la página del periódico y echó un vistazo a las columnas.
—¡No es un caballo, es un centauro! —exclamó Lavender, indignada.
—Un centauro precioso, por cierto —añadió Parvati.
—Ya, pero sigue teniendo cuatro patas —comentó Hermione fríamente—. Además, ¿ustedes dos no estaban tan disgustadas porque habían despedido a la profesora Trelawney?
—¡Y lo estamos! —le aseguró Lavender—. Fuimos a verla a su despacho y le llevamos un ramo de narcisos, y no eran de esos que graznan de la profesora Sprout, sino unos muy bonitos.
—¿Cómo está? —preguntó Harry.
—No muy bien, pobrecilla —respondió Lavender con compasión—. Se puso a llorar y dijo que prefería marcharse para siempre del castillo a permanecer bajo el mismo techo que Dolores Umbridge, y no me extraña, porque la profesora Umbridge ha sido muy cruel con ella, ¿no les parece?
—Tengo la sospecha de que la profesora Umbridge no ha hecho más que empezar a ser cruel —dijo Hermione misteriosamente.
—Imposible —terció Ron, que se estaba zampando un gran plato de huevos con beicon—. No puede volverse peor de lo que es.
—¿Hay otro nivel superior a la maldad que ya ejerció?—pregunte mientras le robaba un pan con mermelada a Harry.
—Ya verás, intentará vengarse de Dumbledore por haber nombrado a un nuevo profesor sin consultarlo con ella —sentenció Hermione mientras cerraba el periódico—. Y más aún tratándose de un semihumano. ¿Se fijaron en la cara que puso al ver a Firenze?
—Sipi—saque de mi bolsillo—. Incluso le saque una foto. Aunque miren por ahora no quiero tener su feo rostro después la voy a quemar.
Después de desayunar, Hermione fue a su clase de Aritmancia, y nosotros seguimos a Parvati y Lavender al vestíbulo, pues teníamos clase de Adivinación.
—¿No hemos de subir a la torre norte? —preguntó Ron, desconcertado, al ver que Parvati no subía por la escalera de mármol.
La chica lo miró desdeñosamente por encima del hombro.
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Laila Scamander y La Orden Del Fenix
Fanfiction#5 , «No estamos solos» Después de un verano repleto de pesadillas e ir de aquí para allá, Laila Scamander tiene que resignarse a su nueva realidad. La orden secreta del Fenix se reúne en Grimmauld Place para luchar contra las fuerzas oscuras. El s...