Capítulo XV

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Close your eyes, make a wish
And blow out the candlelight
For tonight is just your night
We're gonna celebrate,
All through the night

Pour the wine, light the fire
Girl your wish is my command
I submit to your demands
I will do anything,
Girl you need only ask

I'll make love to you
Like you want me to
And I'll hold you tight
Baby all through the night
I'll make love to you
When you want me to
And I will not let go
Till you tell me to

I'll make love to you -Boyz II Men.-

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La habitación estaba en semi penumbras. Solo iluminada por dos lámparas de pie que proyectaban sombras alrededor de la cama que dominaba el centro. Nikita continuaba enfrentando a Anthony y él contuvo el aliento solo por un instante, a la espera de su siguiente movimiento.

–Cierra por favor la puerta –le pidió ella susurrando.

Él asintió con la cabeza y aseguró la puerta tras de sí. Cuando eso estuvo hecho, ella lo atrajo hacía su cuerpo y llevando sus manos hacia el cuello de la camisa, empezó muy lentamente a abrir cada uno de los botones.

-Por Dios Nikita, primero me haces pensar que no querías que continuara y ahora me traes a la habitación para sacarme la ropa. Vas a causarme un paro cardíaco, querida –afirmó casi sin aliento, la excitación que sentía al verla tomar cada botón con total cuidado era inmensa.

-Señor Kyriakus, no me diga que no tiene lo que se necesita para lidiar con una mujer como yo, mi experiencia me dice que es usted un hueso duro de roer... -le susurró mientras llegaba al tercer botón y con los dedos acariciaba hacia dentro, los vellos de su pecho suaves y el contacto con las yemas de sus dedos en su piel sobre su esternón le causó un escalofrío a ambos, que rebotó a través del vínculo, maximizándose-. Delicioso y firme, pero suave y caliente al mismo tiempo –susurró Nikita casi para sí misma, totalmente embelesada con su piel, sin dejar de notar la herida de su pecho que ya no estaba cubierta y empezaba a formar una costra. Besó esa herida con reverencia, poniendo sobre ella sus miedos y sus afectos.

-¿Sabes que suenas como si fueras a comerme? Empiezo a temer que me muerdas –comentó Anthony tratando de ponerle algo de diversión a todo ello, sabiendo que ella aun continuaba afectada por lo ocurrido, así que llevó sus manos a la cintura de Nikita y empezó a sacar lentamente la blusa de adentro de su falda hasta que pudo alcanzar a tocar también la piel que tanto deseaba sentir.

-Eso sería salvaje e innecesario, podrías esperar eso de una pareja cambiante pero yo no deseo lastimarte –respondió Nikita algo confundida. Si lo molestaba o lastimaba de alguna manera, no se lo perdonaría.

-Mis investigaciones dicen lo contrario, espero tener la oportunidad y la suerte de contar con mucho, mucho tiempo de experimentación para saber qué tan ciertas son las historias -expresó con fingida seriedad mientras llevaba ambas manos más arriba, debajo de su blusa, acariciando sus costados y espalda, obteniendo a cambio un gemido de placer proveniente de sus labios y cuando miró su rostro pudo ver que ella tenía los ojos cerrados.

-Cariño – le susurró acercándose a su oído-. Quiero que me digas lo que te gusta, lo que no y lo que quieres que te haga, quiero que me hables para poder aprender, para saber qué estoy haciéndolo bien para ti.

La volvió a mirar a los ojos y pudo ver en ella una de esas extrañas y asombrosas sonrisas, tan natural y sencilla como la de un infante, la pureza de sus emociones se reflejaba en el brillo de sus ojos, que se habían tornado un tono azul oscuro con chispas de colores celeste y amarillo. Ella asintió y se acercó a besarlo, llevando sus manos a la nuca de él.

Lonely, too LongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora