CAPITULO XII

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– Eso fue un buen calentamiento – comento Tarkin una vez termino de limpiarse los ojos y llevaba su vista hacia el hombre que se encontraba de rodillas en suelo quejándose y maldiciendo en silencio por lo ocurrido – Sabes si estuviéramos jugando con "MIS" reglas tú ya estarías muerto, pero lamentablemente no es así, además no creo que ÉL lo permita – comento mientras lentamente caminaba alrededor de Shigaraki.

Una risa de satisfacción se escuchó a través de unos parlantes ubicados en algún lugar del almacén a la vez que las luces se encendían automáticamente permitiendo tener una mejor idea de lo que había en el lugar.

– Doctor, encárguese de Tomura – ordeno, entonces una de las puertas se abrió apareciendo a través de esta un hombre mayor, sin cabello su cabeza, pero con un abundante bigote en el rostro, utilizaba la típica bata blanca que cualquier doctor utilizaría además de grandes y particulares lentes que lo hacían destacar, esté rápidamente se dirigió hacia donde se encontraba Shigaraki tal cual le habían ordenado.

– y tú, ven tenemos mucho de qué hablar – dijo para después se escuchase una oscura risa mientras otra de las puertas se abría para que el pudiese encontrarse con ALL FOR ONE.

Tarkin se encontraba alegre a excepción de su pelea contra Shigaraki todo hasta el momento marchaba de acuerdo con lo planeado, mientras guardaba su vibrocuchillo se encaminaba hacia la puerta, de reojo y gracias a la iluminaria del lugar de una vez por todas pudo ver que era ese resplandor verde que desde la aparición del Doctor le llamaba la atención, con un breve vistazo pudo distinguir que se trataba de dos corridas de tanques conectados con variadas mangueras, en el interior un líquido verdoso luminiscente era el causante del resplandor, algo flotaba en este pero no pudo distinguir de que se trataba pues salieron de su campo de visión una vez atravesó la puerta que inmediatamente se cerró a su espalda.

Una fuerte luz iluminaba el centro de la habitación permitiéndole a Tarkin ver que en el centro de esta se encontraba en una gran silla como si de un trono se tratase en esta se encontraba un hombre alto y fornido, vestía un traje negro liso desabotonado en el cuello, su cabeza se encontraba completamente cubierta de tejido cicatricial, se extendía desde arriba de su labio superior hasta la parte posterior de su cuello, razón por la cual carecía de nariz, ojos, cabello y orejas, además de tener tubos saliendo de su mandíbula y garganta que se estiraban hasta perderse en la oscuridad detrás de asiento, esto llamo la atención de Tarkin mas no le impresiono pues en la galaxia existían razas con características similares o parecidas.

– No te preocupes por mi aspecto – dijo ante la mirada del muchacho – a pesar de no poder ver, puedo saber dónde estás y que estás haciendo, así que te puedo asegurar que mi poder es inconmensurable – dijo con superioridad a la vez que unos rayos negros recorrían la superficie de su cuerpo, exhibiendo así una fuerza, en una demostración de que él se encontraba muy por encima del joven frente a él.

– Es un placer conocerlo en persona finalmente – dijo con la cortesía de un oficial imperial y sin mostrarse intimidado.

– También me alegra conocerlo en persona, aunque siendo honesto esperaba a alguien de una edad mayor – comento – pero quien soy yo para juzgar, cuando se trata de poder la edad es solo un número, yo mismo tengo niños entre mis filas que son mucho más poderosos que otros villanos que he presenciado – dijo como si nada – además la pelea que tuviste con mi aprendiz fue impresionante, muchos se han confiado y han muerto en sus manos – dijo con cierto orgullo en su voz.

– Yo lamento lo de su... – se iba a disculpar Tarkin, pero fue interrumpido por la gruesa voz de All For One.

– No te preocupes por eso, esta experiencia le ayudara a crecer – dijo con confianza – aunque sus heridas, no sabremos si se podrá recuperar, si no puede que afecte el uso de su Quirk, lo normal sería que te cortara una mano o un brazo en compensación ante esta ofensa – se podía notar molestia en su voz – pero mientras ustedes jugaban tuve la oportunidad de revisar tus obsequios y he de reconocer que me han llamado considerablemente la atención y quisiera saber más de ellas y tus intenciones, así que por esta vez olvidaremos lo sucedido y espero que en un futuro puedas ser de ayuda para mi aprendiz es lo menos que puedes hacer, no lo cree joven Tarkin – dijo con seriedad más como una amenaza que como una petición.

Izuku, el gran almirante imperialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora