Izuku y Momo ya habían terminado el recorrido por la escuela y en estos momentos se encontraban caminando por un pasillo saliendo del área de los talleres del departamento de apoyo en dirección al comedor.
– Bueno Midoriya-san con eso concluye nuestro recorrido a las instalaciones de la escuela – decía la pelinegra tranquilamente mientras se encontraba al lado del peliverde – y una vez más déjame disculparme por lo que sucedió antes – se disculpó con pena.
– Oh descuida no es la primera vez que algo explota en mi cara – le dijo con una sonrisa restándole importancia – aunque es la primera vez que me manosean de esa manera – comento con cierta incomodidad al recordar lo ocurrido anteriormente.
Izuku y Momo estaban llegando a los talleres de la clase de apoyo conversando sobre asuntos triviales sobre la academia, una vez llegaron a la entrada de uno de estos que parecía estar ocupado, cuando el peliverde se disponía a abrir la puerta que era de acero reforzado la misma salió volando por causa de una gran explosión, lo que lo tomo por sorpresa empujándolo algunos metros hacia atrás, mientras la pelinegra solo se quedó paralizada por la explosión viendo al peliverde en el suelo mientras trataba de comprender lo que había ocurrido.
– ¡MIDORIYA-SAN! – grito con preocupación cuando regreso en si mientras lo buscaba entre el humo.
– Aunque lo que haga, no funciono como planeaba... – decía una chica de cabello rosado curvado hacia sus hombros y cuerpo atlético, que se encontraba recostada sobre Izuku.
– ¿No puedes escucharme por una vez, Hatsume? – se escuchó una voz masculina que gritaba desde el interior del taller.
– ¿Eh? ¿Cuándo llegaste aquí? – pregunto la pelirosa cuando abrió sus ojos y se fijó que Izuku se encontraba debajo de ella ignorando las palabras que venían del taller, a la vez el peliverde soltaba pequeños quejidos por el golpe mientras abría sus ojos fijándose en los ojos amarillos de la muchacha y su peculiar patrón en forma de cruz en los mismos, además de tener una suave y cálida sensación de presión sobre su pecho, razón por la cual bajo su vista quedando bastante impresionado con lo que vio.
– ¿Podrías quitarte de encima de mí, por favor? – dijo desviando su vista, mientras que Momo sentía una ligera punzada de molestia al ver la situación del peliverde.
– Hatsume no ignore... – se quejaba un hombre de baja estatura, largo cabello claro y cuyas manos eran son más grandes en comparación con su cuerpo, su cabeza se encontraba cubierta con un casco que parecía la mezcla entre una pala de excavadora y el cráneo de un dinosaurio que salía del interior del taller y que se detuvo al ver a la pelirosa levantándose de encima del peliverde.
– Buenas tardes, Higari-sensei – saludo Momo al ver al hombre que servía como profesor en la escuela – soy Momo Yaoyorozu vicepresidenta de la clase 1-A del curso de héroes – comenzó a hablar – y me encuentro enseñando las instalaciones al nuevo estudiante – explicó la pelinegra.
– Oh si buenas tardes – respondió el hombre – Hatsume, discúlpate con ellos – le exigió a la pelirosa.
– Ya olvidé sus nombres – respondió ella rápidamente con desinterés y una sonrisa en su rostro.
– Discúlpenla es una buena ingeniera, pero le falta tacto para con las personas – se disculpaba el hombre – o cualquier criatura viva – agrego.
– no se preocupe hay gente así – respondió Izuku tranquilamente.
– Espera, dijiste ¿el nuevo estudiante? – pregunto con interés mientras los invitaba a ingresar al taller.
– Si ese soy yo, Izuku Midoriya – se presentó el peliverde – llegue hoy durante la mañana así que me están enseñando la escuela – se explicó mientras entraba al taller observando los artilugios que había regados por el lugar.
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Izuku, el gran almirante imperial
FanfictionTras la derrota final del imperio galáctico en Jakku dos destructores imperiales escapan a las regiones desconocidas de la galaxia llegando a un planeta desconocido quedando varados en este, al mando de esta pequeña y diezmada flota se encuentra el...