Izuku, el gran almirante imperial

CAPITULO VII

En una explanada construida frente a una plataforma se encontraban formados los stormtroopers, los artilleros del destructor, oficiales de bajo rango y el resto del ex-personal imperial que no se encontraba de servicio, de igual modo en la plataforma se encontraban oficiales de alto rango incluyendo a algunos de los que estuvieron presentes en la reunión que algunas horas entes se había llevado a cabo, donde se había comenzado a reestructurar un nuevo estado a partir de las cenizas del imperio, El peliverde con su característico traje blanco que demostraba su rango apareció por un costado de la plataforma seguido de Tarkin y Tanya estos últimos tomaron su lugar junto a los demás oficiales de alto rango mientras Izuku se colocaba por delante los demás presentes en la plataforma, avanzando unos pasos quedando cerca del borde, con mirada seria observaba a sus tropas, a lo lejos por detrás de estas se podían ver algunos de los AT-AT que se encontraban en la improvisada base y a la derecha de la explanada se encontraban los cazas TIE disponibles perfectamente alineados junto a los pilotos, después de revisar el lugar regreso su vista al frente observando a todos aquellos que se encontraban frente a él, respiro profundamente antes de comenzar a hablar.

– Hace ya veinticinco años nuestro difundo Emperador Sheev Palpatine creo al Imperio Galáctico en busca de traer paz y estabilidad a una galaxia que había sido consumida por el caos de la guerra y durante 20 años mantuvimos esa seguridad, creímos que nadie podría enfrentarse al gran poder del imperio, nos confiamos y nos dormimos en nuestros laureles, mientras en las sombras nuestros enemigos se confabulaban contra nosotros y buscaban una oportunidad para alzarse ante el imperio y el emperador; Senadores y gobernantes corruptos organizaron, financiaron y armaron a los diferentes grupos terroristas existentes formando la tal llamada alianza rebelde quienes con engaños y mentiras influenciaron a la galaxia haciéndoles creer que nosotros, quienes velamos por su seguridad éramos sus enemigos y esa misma alianza rebelde conformada por terroristas, contrabandistas, criminales y traidores imperiales, se atrevieron a lanzar un ataque a una de las instalaciones imperiales más importantes la estación orbital EM-1 también conocida como la estrella de la muerte, el osado ataque costo millones de vidas imperiales entre las que se encuentra al Gran Moff Wilhuff Tarkin uno de los grandes héroes del imperio, nuestro contraataque fue brutal y preciso, con su base principal destruida corrían con la cola entre las piernas, durante cuatro años libramos una guerra contra ellos que lamentablemente culmino con nuestra derrota, y hoy a un año de la muerte de nuestro emperador vivimos los momentos más oscuros de nuestra historia, nuestra derrota en Jakku marca el fin de nuestro gran imperio ante la endeble Nueva República – relato a viva voz para después tomar una pequeña pausa para tomar aire – pero este no es el fin, hombres y mujeres leales al imperio este es el inicio de una nueva era, que culminara con nosotros tomando el lugar que por derecho nos corresponde en la galaxia – hizo otra pequeña pausa – en estos momentos nuestra situación es desfavorable, somos los menos apreciados en la galaxia, nuestros enemigos se abrazan, bailan y cantan celebrando su victoria creyendo que nos han vencido, y que lo hagan pues no durara para siempre, hoy he restablecido el alto mando comenzando así la creación de un nuevo ejército siendo ustedes la base de este y usaremos este lugar, este mundo como un trampolín para la creación de un nuevo estado más fuerte que el Imperio mismo y que le demuestre a la Nueva República que no desapareceremos en silencio en la oscuridad, no nos desvaneceremos sin luchar – concluyo para inmediatamente escucharse gritos y aplausos de exaltación y apoyo de parte de los presentes mientras los stormtroopers levantaban el brazo izquierdo en saludo a su líder y lanzaban un grito al puro estilo espartano.

Al terminar su discurso Izuku procedió a retirarse, mientras lo hacía dirigió su mirada a su segundo al mando y más confiable aliado.

– Comience Gran general Tarkin – le dijo mientras pasaba cerca del mencionado.

– Como ordene mi Lord – le respondió y cuando este se apartó lo suficiente una sombría mirada apareció en su rostro que rápidamente desapareció para después caminar hasta donde anteriormente se encontraba el peliverde para presentar al mando supremo.