Capítulo 17: Maratón 1/?

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-¿Qué tenemos aquí? - habló el hombre mientras se acercaba lentamente a un chico de pelo castaño.

-¿Quién es? - preguntó el joven híbrido mientras se giraba a ver al hombre de cabellos negros.

-Nadie... Solo... Tú peor pesadilla.

Un disparo resonó por el bosque, llenando los oídos de todos los allí presentes junto al ruido de un cuerpo, ya sin vida, cayendo al suelo.

(...)

-Luzu leave me alone!

-Lanita, please...

-¡No!- exclamó la de orbes marrones, los cuales se encontraban cristalinos por las lágrimas que amenazaban por salir de estos.

Luzu se fue corriendo mientras que Cristina seguía a Lana, entrando a la casa de "Evil Luzu" detrás de ella.

-¿Lana? ¿Estás bien?- preguntó la joven preocupada por su amiga la cual estaba hecha una bolita en el suelo, balanceándose de adelante a atrás, llorando y temblando levemente.

-No. Obviously not.

-Ya... - susurró la de ahora ojos verdes azulados, sentándose al lado de su amiga y acariciando su espalda en un intento de tranquilizarla - Mira Lanita, ¿por qué no le das a Luzu una oportunidad de explicarte su versión o algo así?

-¿Por qué se supone que voy a dejar que me dirija la palabra?

-No sé, por qué estamos atrapados en un mundo virtual donde cualquier cosa podría pasar... Por ejemplo. Y la verdad que me parece muy improbable que Luzu y Auron... Ya sabes.

Lanita suspiró parándose del suelo y dijo:

-Tal vez... Le puedo dar una oportunidad.

-Bien hecho, Lana, vamos a encontrar...

De repente Cristina dejó de hablar empezando a sentir un dolor agudo en la sien, a la par que una Aura de color verde clarito la rodeaba.

-Cristina?! Are you ok?!- exclamó Lanita preocupada.

-Lla-llama a los chicos... - pidió la de pelo marrón antes de empezar a gritar de dolor.

-¡Voy! Volveré lo más pronto posible, solo... Aguanta Cris.

Después de decir esto, la rubia de ojos marrones se dirigió corriendo hacia la puerta, pero, desafortunadamente, no pudo llegar hasta ella, ya que un Aura de color rojo y blanco la rodeó, causando que esta gritara de dolor.

Tras unos minutos los gritos cesaron, dejando el mundo de Lana y Cristina sumido en la oscuridad.

(...)

Ebert paseaba por el lugar dirigiéndose a la enfermería para visitar a sus amigos. Cuando vinieron a atacarle él utilizó un hechizo que había leído en uno de sus libros celestiales, cumpliendo con éxito su función y liberando a Buggui y Heberon de la oscuridad.

-¿Puedo entrar?- preguntó Ebert dirigiéndose a uno de los ángeles enfermeros que cuidaban a los dos dioses restantes.

-Si claro, pase mi señor- contestó este haciendo una reverencia.

Él le había dicho a todos que pararan de hacer reverencias cuando pasaba y cosas por el estilo, pero, estos se habían negado y Ebert trataba de acostumbrarse a ello, ya que le parecía muy molesto.

Entró a la sala, encontrándose en una habitación enorme con paredes, techos y suelos hechos de nube y de oro de la mejor calidad. Caminó hacia una de las dos camas ocupadas, en la cual se encontraba la diosa de cabellos castaños y ojos morados, sentándose en la silla que se encontraba al lado de esta.

Atrapados en Karmaland 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora