Capítulo 25

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Fargan no podía sentirse más feliz ahora mismo, ya que al final Caos cumplió su promesa, trayéndole víctimas a las que podía controlar sin ningún problema.

Una pequeña parte de su mente le decía que todo esto estaba mal, que debía dejarlo y disculparse con Willy; o por lo menos ver como estaba ya que ni siquiera sabía si este había muerto al cumplir la orden.

Pero, desgraciadamente para Karmaland, esa parte se desvanecía cada vez que sentía esa gran sensación de euforia y dicha, además, que esta se hacía cada vez mayor mientras pasaba el tiempo. Cuantas más personas controlaba y le hacían caso mejor se sentía que lo hicieran, era una especie de... Adicción.

Ahora el híbrido de búho se dirigía a la casa de Vegetta, dispuesto a llevarse a sus amigos consigo y que estos vivieran con él rodeado de lujos; la verdad es que les echaba de menos y los apreciaba, pero, si estos se negaban a ir los obligaría con su poder.

-¡Vegetittaaaa~! - canturreó el chico, con un extraño brillo de color negro en sus ojos, volando y posándose sobre sus escaleras antes de volver a llamarlo - ¡Samueeeeeel~! ¡Sal de donde esteees~! ¡Quiero veros a todos~!

-Ellos no están, sé han ido a hacer no sé qué cosa al pueblo- dijo Willy saliendo del hogar del de ojos amatistas.

El albino se encontraba en muy malas condiciones, con ojeras en su demacrado rostro, estando más pálido de lo normal y notándose que apenas había comido en aquel tiempo que había pasado.

-Te ves horrible Guille, ¿cómo te has puesto así en una semana?

-No he comido más que dos fresas, he bebido un vaso de agua cada día y solo dormí 3 horas en toda esta semana... Me extraña no haberme muerto todavía- explicó el de ojos esmeraldas con un toque de decepción en su rostro, casi como si le pusiera triste el no haberse muerto.

-Pero no entiendo, ¿por qué?

-¿Tienes idea de lo que me hiciste? - preguntó el de ojos esmeraldas con rabia, empezando a caminar hacia él, una solitaria lágrima cayendo por su mejilla izquierda.

-Si, lo recuerdo- contestó Fargan mirando el miserable estado de su amigo con algo de pena- Estás sufriendo.

El albino cayó de rodillas con los ojos llorosos, las lágrimas corriendo con desesperación por su rostro antes de que este le suplicara al de alas:

-Por favor... Acéptame de nuevo.

(...)

Vegetta corría a su casa con rapidez, ya que había sentido una emoción muy fuerte en Willy y el de ojos amatistas se encontraba preocupado por su mejor amigo. (Ya puede andar gente, ¿por qué? Porque nos conviene que lo haga jajaja). Mientras que más se acercaba a la mansión, más grande se hacía el nudo que sentía en la garganta. Sabía que algo muy malo estaba ocurriendo.

Todo se confirmo cuando vio como Fargan se acercaba al albino, el cuál se encontraba arrodillado ante él, a punto de abrir la boca para darle una orden...

-¡Fargan basta!- gritó el pelinegro, girándose el anterior nombrado para mirarle, adornando una sonrisa cínica su rostro, a la vez que este empezaba a caminar lentamente hacia él.

-Vegetta, él quiere que le controle y yo quiero hacerlo, ¿por qué no puedes dejar de entrometerte y dejarnos a ambos en paz?

-Vete- pidió el de hebras blancas, abrazándose a sí mismo, dando pequeños espasmos por culpa del frío y del dolor que sentía ahora mismo.

-No me iré, sé que no quieres hacerlo en realidad. Y tú - habló el de ojos amatistas mirando ahora al mayor de los tres - Véte de mi casa o reacciona y vuelve a ser el que eras antes, sé que tu tampoco quieres hacerlo.

-Te equivocas Samuel, yo quiero hacerlo, es más lo deseo con todas mis fuerzas... Me encanta la sensación que me produce, así que no pienso parar aunque a ti te parezca que debería. Sé que crees que estoy siendo controlado, pero no, ¿por qué debería estarlo? Y ahora, te pido por favor que te vayas de aquí o tendré que obligarte a hacer algo que no te va a gustar- dijo Fargan, suspirando al ver como su amigo no se movía de su lugar- Willy, échalo de aquí.

Los verdes ojos del joven se cristalizaron, levantándose con esfuerzo del suelo y acercándose a su mejor amigo.

-Ve-Véte... O tendré que echarte a la fuerza.

-Estás muy débil para eso Guille, no te fuerces- avisó el de pelo en punta, estando atento por si su amigo se caía al suelo.

-Date prisa Guillermo, esta es mi nueva casa y no quiero a intrusos paseando por ella.

El albino se tiró sobre Samuel, sujetándolo para intentar sacarlo del lugar, a los que este simplemente lo sujetó a él mientras que lo arrastraba, saldría de allí, pero no dejaría a su compañero junto a ese maniático.

-No te voy a controlar Vegetta, pero, te aviso que él acabará volviendo a mi incluso si lo encierras en un sótano. Al parecer soy el mejor amo del mundo- dijo burlón el híbrido de búho.

Tras aquellas palabras el pelinegro sintió como Willy se desvanecía en sus brazos, así que lo cargó y salió corriendo de ahí, con las palabras dichas pro David retumbando en su cabeza.

(...)

-No me lo puedo creer...

-Lo sé Cristina, pero, es verdad. Fargan está descontrolado y tiene a Willy en su punto de mira.

-¿Es-Está en peligro?

Vegetta suspiró, podía notar gracias a su poder que la chica se encontraba muy preocupada.

-Me gustaría decirte que no, pero... No puedo. Además de que Willy quiere ser controlado... No entiendo por qué, pero, eso es lo que quiere. Claro está que no le vamos a dejar, ¿eh? Me da igual lo que tengamos que hacer, pero no dejaremos que vuelva a caer en sus garras. Tenemos que conseguir que coma algo también... Está muy delgado y débil...

-Es que con todo lo que estamos pasando todos, me sorprende que alguien más no haya caído en la desesperación- dijo Cristina antes de suspirar.

-¿Cómo se encuentran?

-Alexby ha estado apunto de tener un ataque de pánico, deberías ir a verle, es el que peor lo está pasando, ya lo sabes... No he visto mucho a Luzu, pero, está acompañado de Eliza y Frank así que seguramente esté bien. Y Lolito ha tratado de matarnos un par de veces, pero, Mangel ha conseguido tranquilizarle.

-Bueno... No estamos tan mal, supongo. Iré a ver a Lely, de verdad espero que no le de un ataque cuando esté allí...

-Cuídate.

-Igualmente Cristina.

(...)

-¡¿Quién eres?!

-¿Yo? Soy Caos, tú nuevo amo; a partir de ahora deberás obedecerme y pasarme información de los demás héroes.

-Jamás haré eso, nunca los traicionaría.

-¿Seguro? Obedéceme, es una orden... Ahora, ¿soy tu nuevo amo?

-Si... Mi señor.

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CHAN CHAN CHAN

Atrapados en Karmaland 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora