Capítulo 23

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Al escuchar el siseo y ver a la bestia verde Fargan se tiró sobre su compañero, extendiendo sus alas y protegiéndolo. Un gran pitido inundó sus oídos, a la par que la imagen de Rubius se emborronaba, viendo como este le decía unas palabras que él no podía oír.

El dolor que le producían sus heridas cegaban todos sus sentidos, llegando un momento en el que apenas veía las figuras de las personas luchando frente a él, observando como una de ellas se agachaba junto a él y le decía una frase que no pudo entender.

Una luz blanca se empezó a acercar a él, a la par que oía a lo lejos una voz conocida.

-Fargan... Sigue la luz, todo estará bien. Debes morir para vivir.

Una sensación de libertad lo rodeó, haciendo que todo el dolor desapareciera, a la vez que todas las imágenes de sus amigos y el bosque.

-David, déjate ir, esa es la única manera de volver, morir es la única manera de volver a la vida.

-No, no pienso morir, no voy a rendirme tan fácilmente.

-Soy Lana, ¿por qué no confías en mi?

-Por que Lana está muerta, y aún si tu fueras ella, la Lanita que conocí jamás me incitaría a morir.

-Debes confiar en mi, si quieres volver a la vida que teníamos antes tienes que morir en aquella, es la única manera que hay.

-Lo siento Lana, pero no te creo, debo regresar... Debo regresar, debo regresar, debo...

(...)

-Yepaaa. ¿Necesitabais ayuda?

-Lolo, Alex, menos mal que estáis aquí- dijo el híbrido de oso con alivio, agarrando la espada que le pasaba el de baja estatura con agrado.

-¿Dónde está Fargan?

-Esta allí - señaló el joven teñido - Está muy herido Lely... Necesitamos llevárnoslo de aquí ya, no sé cuánto más podrá aguantar.

-Madre mía... Es demasiada sangre- dijo el pelinaranja viendo a Fargan a lo lejos mientras que acababa con un zombie.

-Aguanta por favor- susurró Alex al lado del de alas, taponando una de sus heridas con un trozo de tela que acababa de arrancar de su camiseta, viendo como esta se teñía de rojo carmesí tras unos pocos segundos- Mierda, tiene suerte de seguir vivo, ¡debemos llevarlo al hospital! ¡Ya!

Los tres chicos empezaron a desesperarse al ver como Fargan cerraba los ojos poco a poco, comenzando su respiración a hacerse cada vez más lenta mientras que Alexby le gritaba y le sacudía con desespero, no soportaría perder a nadie más.

En ese momento unas plantas aparecieron ante ellos elevando a los cuatro "héroes" en el aire, llevándolos directamente a la linde del bosque, sorprendiéndose los que estaban conscientes al ver a Willy parado enfrente suya, terminando de controlar a las plantas para que se ocultaran en la tierra.

-He venido lo más rápido posible. Venga, vamos, no tenemos tiempo que perder.

Los demás simplemente asintieron ante las palabras dichas por su amigo de ojos esmeraldas, abriendo el más pequeño de todos un portal directamente al hospital del pueblo.

Solo les quedaba esperar...

(...)

-¡CÁLLATE! De-Déjame en paz por favor.

-David tranquilízate, te estás haciendo daño a ti mismo, si sigues así vas a dañarte la mente.

-¿Y a ti que coño te importa?

Atrapados en Karmaland 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora