Atrapados en Karmaland 4

Capítulo 15: Especial de navidad

-¿Y si están en Karmaland?

-¿Perdona?

-¡¿KHOMO?!

-¿Qué?

-No os alborotéis... - habló Atenea- Se han desvanecido, no sabemos nada de ellos. Lo más lógico de pensar, mi hermana y yo, ya lo descartamos, así que... ¿Por qué no?

-Atenea, no es una idea mala, solo es que... ¿Cómo pueden haber sido absorbidos por el juego? No tiene mucho sentido que digamos...

-Y su desaparición tampoco Hatsuy - dijo la otra gemela.

-La idea de Lemoni es... Un poco arriesgada, por así decirlo, pero, es la mejor que tenemos, además, es lo único que los desaparecidos tienen en común.- dijo Aisaah.

-Ya...Pero, ¿cómo podemos rescatar a alguien de un mundo virtual?- preguntó Dark.

-Eso es lo que tenemos que averiguar- declaró la líder de la AYP.

(...)

Había pasado una semana desde que Irina, Sara y Silvia se habían encontrado con el resto de los atrapados en Karmaland. Ahora, todos se encontraban en casa de Vegetta, decorándola, ya que era 24 de diciembre, es decir, Navidad.

-¿Qué prefieres Samu? ¿Un árbol nevado o un árbol verde?

-Lo que tú quieras mi amor - respondió el de ojos amatistas, acercándose a su novia para unir sus labios en un rápido y bonito beso.

-Pues uno nevado- dijo Silvia, sacándolo de la caja y empezando a montarlo en el salón.

Por otro lado, Luzu, Lana, Cristina y Willy se encontraban en la cocina, cocinando la comida de navidad: (tengan en cuenta que en nuestra casa se come comida venezolana por navidad y pues no sabemos que se come en las casas españolas, así que, solo síganos el rollo) Pan de jamón, ensalada de gallina, pernil, asado negro y hallacas.

-Luzu? ¿Puedes traerme la harina? Please?

-Yes, of course Honey. Here you are - respondió el castaño entregándole la harina a su esposa y aprovechando para robarle un pequeño beso.

Mientras todo esto ocurría, Lolito y Mangel, los cuales se habían convertido súper cercanos, se encontraban paseando por las tiendas navideñas del pueblo, comprando turrones y polvorones para la fiesta que celebrarían aquella noche.

-¿Lolo?

-¿Si, mi niña?

-¿Crees que podremos volver a casa algún día?

El pelinaranja suspiró rodeando los hombros del pelinegro con su brazo izquierdo.

-No sé cuando o cómo, pero, te prometo que vamos a regresar a casa.

-Gracias Lolito... Feliz navidad.

-Igualmente Mangel.

Y asi los dos amigos se fundieron en un bonito abrazo.

Rubius y Fargan se encontraban caminando hacia la casa del segundo, buscando una vajilla bonita que el híbrido de búho poseía. Mientras se dirigían hacia el lugar, los híbridos habían aprovechado para hablar sobre sus poderes y sobre cómo controlar estos a su antojo:

-Mira Fargan, es muy sencillo, si no quieres controlar a la gente, tienes que quitar frases imperativas de tu vocabulario.

-No es tan sencillo Rubén, si lo fuera, ¿no crees que ya hubiera parado? Hay cosas para las que hay que utilizar ese tipo de frases, ¿sabes? Y me da un miedo decir imagínate, algo de broma, y que os hagáis daño por mi culpa.