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Al escuchar ese estornudo Budo se sobresaltó y empezó a alistar una maleta con ropa mientras pedía permiso para un viaje de situación urgente, su única prioridad era su adorada y única hija.

Salió de su hogar con mucha prisa y se encaminó hacia la estación de tren, no le importaba gastar mucho dinero si era necesario.

Consiguió un tren que salía en media hora y lo haría llegar en 2 horas como mínimo. Él se encontraba sumamente preocupado, tal vez la gripe no sea muy grave pero es de su pequeña de quien estamos hablando y cualquier mínimo problema era causa de preocupación para él.

Estaba verdaderamente muy impaciente, no dejaba de pensar en "¿Cómo se había enfermado?¿Estará cómoda ahí?¿La estarán cuidando?¿Me extrañará?" y muchas cosas más que cruzaban por su mente mientras esperaba a que su viaje empezara.

Los minutos se hacían verdaderamente largos y Budo se sentía más y más ansioso y preocupado hasta que una voz indicó que su tren estaba por partir.

Se levanto de la silla en la que se encontraba, tomó su mochila y caminó con rapidez hacia el tren, se sentó en su lugar y empezó a ver de forma impaciente su reloj como si de esa forma el tiempo corriera más rápido.

El tren poco a poco empezó a moverse y al poco tiempo se encontraban fuera de la ciudad.

(...)

La estación principal de la ciudad se encontraba repleta de personas y fue difícil para Budo movilizarse entre las multitudes.

Cuando salió del lugar empezó a buscar un taxi que lo llevara a una parada de autobús. Budo subió al primer taxi que vio y le dio la orden pero para su mala suerte había mucho tráfico.

Al llegar esperó un autobús que lo llevaría al lugar más cercano del campamento y luego seguiría a pie, suena difícil pero el aun se encontraba en forma.

Subió al bus, pagó su boleto y se sentó, sus manos temblaban, en verdad se encontraba nervioso e impaciente por no estar al lado de su niña.




La pequeña Ayano se encontraba en su primera clase de música, la pequeña había escogido el piano porque ella había aprendido un poco algunos años atrás.

Ayano necesitaba captar la atención de alguna forma y al ser muy ingeniosa se le ocurrió fingir no saber nada y luego hacerse pasar por alguien que aprende rápido, el plan perfecto para tener a la mujer a su lado.

La pequeña seguía las instrucciones de la señorita y se "equivocaba" constantemente mostrando frustración llamando así la atención de la mayor quien se encontraba ayudando a otros niños.

"En verdad te pareces a tu padre, él tambien se frustraba de forma rápida"

Aishi se acercó y puso sus manos al rededor de la pequeña para ayudarla con el instrumento, le enseñaba la forma en la que debía poner sus dedos y como presionar las teclas del piano.

La pequeña entendía las palabras de su madre, tal vez en el pasado ella no haya sido una mujer afeminada pero sin duda tenía un corazón dulce y comprensivo. Ayano se retiro para ayudar a sus otros alumnos al ver un progreso en la niña.

Sin duda Ayano sintió tranquilidad al alejarse de la pequeña, no era porque no le agradase, tampoco le molestaba que su mejor amigo sea su padre, simplemente algo en la niña le recordaba que nunca fue capaz de aceptar y confesar sus sentimientos sin mencionar que aun se sentía confundida por todo lo vivido hace algunas noches.

Mi Primer Amor - Ayano x BudoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora