🌸10🌸

266 24 15
                                    

Budo se acercó a Ayano al entender lo que le pasaba, aun conocía a su amiga.

-Eso fue tan infantil...

Ayano sonrió ante el comentario del contrario. Ambos se miraron y después de esperar por mucho tiempo ambos hicieron su saludo reconciliándose y recordando los viejos tiempos.

Algunos días después...

Budo adelantó sus vacaciones porque prefería pasar esas dos semanas junto a su princesa y a su vieja amiga. 

Aquella chica "extraña" ahora es un sueño...

Aquella tarde de viernes era algo especial, él le había pedido a Ayano caminar por el campamento y conversar con tranquilidad para ponerse al día con todo lo que había pasado entre ambos.

¿A donde se fue ella?¿En verdad es la verdadera?

Los minutos pasaban y ambos parecían haber dejado atrás la incomodidad que sentían, Al comienzo, Budo sentía que hablaba con una completa extraña pero luego se dio cuenta de que esa "loca" no había cambiando. 

-Aun eres la misma loca.

Ambos rieron ante el comentario y continuaron compartiendo viejas anécdotas, buenas y malas experiencias que vivieron juntos en el instituto.

-Miren quien habla...

Un chico "extraño" que sigue siendo un sueño. Ese loco no ha cambiado...

Ayano recordaba con cariño todo lo vivido junto a su acompañante, también sentía dolor por lo sufrido luego de su partida. Budo Masuyama, a pesar de los años, seguía siendo ese niño de 17 años que conoció en el instituto.

Los minutos se convirtieron en horas, el reloj ya marcaba las 7:49 p.m. El viento resoplaba y Ayano, al estar solo con un vestido, temblaba de frio.

Budo notó la incomodidad que sentía su amiga, se quitó la chaqueta que tenía puesta y, como lo había hecho él día que se conocieron, cubrió la espalda de Ayano para que no sintiera frio.

Ayano no quería aceptarla pero Budo insistió en portarse como un caballero.

(...)

Cada quien se encontraba descansando en donde le correspondía o eso era lo que creía Ayano.

Budo, aunque no lo pareciera a primera vista, era una persona que se enfermaba con facilidad, sobre todo si se trataba de un resfriado.

Había ocurrido lo mismo que la primera vez.

Budo se encontraba temblando en su cama, Aisuru lo cubría con una manta y la pequeña Ayano le daba una pastilla para aliviar su fiebre.

Para su suerte, él también se recuperaba bastante rápido. En uno o dos días estaría como nuevo.

Dos días después...

Budo se encontraba jugando con los niños, su pequeña deseaba jugar al escondite y él no podía negarse.

Ayano se encontraba viendo como ese adulto jugaba y reía con esos pequeños 20 años menores a él. 

-Siempre tan infantil... -susurró.

Una sonrisa escapó de su rostro al ver como se divertía intentando atrapar a un niño.





Mi Primer Amor - Ayano x BudoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora