Mi Primer Amor - Ayano x Budo

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-Por favor comienza los arreglos para la boda.

Ayano estaba segura de lo estaba haciendo y al regresar aquellas fueron sus primeras palabras.

-Ya no quiero esperar más...

-Pero Ayano, Guruji dijo que no hay una fecha apropiada hasta algunos meses.

-Mamá, las fechas no traen felicidad, el destino lo hace y nadie puede cambiar eso. Si Taro está en vida es por algo.

Los ojos de Ayano humedecían, lo único que deseaba era casarse y acabar con ese sufrimiento.

Las vacaciones de Budo estaban por terminar y regresar a su hogar era lo que tenía que hacer, su pequeña también lo acompañó pues ya no tenía anda que hacer en aquel campamento.

Con nostalgia, Budo, miraba la foto de su difunta esposa, un dolor en su pecho le impedía mirar a otro lado.

Y por fin lo hizo...

Comenzó a llorar desconsoladamente por todo lo que había ocurrido un par de días atrás.

Dejó aquella fotografía en su lugar y se encaminó hacia su solitaria habitación para por fin descansar y estar listo para retomar su trabajo.

[...]

Budo se encontraba en aquel parque en donde alguna vez le confesó su amor a Raibaru. 

Los sonidos de la naturaleza le traían paz junto al suave ruido de aquella laguna. Caminaba descalzo por aquel lugar.

A lo lejos vio la silueta de su mujer, se acercó poco a poco y por fin, después de tanto tiempo pudo apreciar su imagen.

-Raibaru...

La mujer volteó al escuchar su nombre, sonrió al ver el rostro de su amado.

-Budo... A pasado un tiempo ¿no crees?

El hombre solo se acercó y abrazó a la mujer.

-No tienes idea de cuanta falta me haces a mi y nuestra pequeña.

-Estás haciendo un increíble trabajo educando a nuestra niña, estoy segura de que será una gran persona.

-Lo será, al igual que tú.

-Pero...

-¿Pero...?

-Para lograr eso ella necesitará de alguien muy importante.

-No comprendo...

-Sabes que si lo comprendes, ella necesitará de una madre, Budo.

-Raibaru, ella está bien.

-Lo sé, pero en el fondo sabes que ella sufre mucho.

-...

-Escucha -posó suavemente una de sus manos en su mejilla- Ambos sabemos que ella llora porque anhela amor maternal...  Y a ambos nos parte el corazón saber eso.