[ 66* ]

1.2K 123 8
                                    

“Mi versión”
p t e . 9

Hoy era el día y no podía estar más nervioso que nunca.

Ayer no había dormido absolutamente nada por lo mismo. Estaba y estoy tan preocupado por lo que pasará, además que estoy muy nervioso. No sé si logre decirle algo cara a cara a JungKook. Seguro no dejaría de tartamudear e interrumpirme a mí mismo. Actuaré como un estúpido si no me tranquilizo.

Ya había improvisado varias veces frente al espejo, como si le estuviera hablando a Kook y aún así me seguía frenando mucho. Realmente parecía un idiota. Me trababa al hablar, movía mucho la cabeza y hasta las manos parecían hablar de lo mucho que se movían cuando explicaba algo. Estaba exagerando la situación en gran medida, pero prefería prevenir ante cualquier cosa. Además, no podía evitarlo, la ansiedad me carcomía.

Pedí un taxi antes de salir de casa, para que me llevara hasta el dichoso parque en el que nos encontraríamos al fin los dos.

Tenía muchas ganas de soltarme a llorar. Ayer ya lo había hecho mucho, incluso sin poder casi dormir de lo tanto que pensé en JungKook y maneras de resolver todo. No, no debía llorar porque principalmente necesitaba acabar con esto para dejar un poco la culpa como también arreglar ya el problema. Y de todas formas tenía que, pues en mis planes no estaba dejar a JungKook sin explicación. Suspiré tapando mi cara con las manos, frustrado y lleno de emociones que me hacían querer llorar debido a lo fuertes e incontrolables que eran. Mi estómago estaba todo revuelto por eso.

El auto avanzaba cada vez más al igual que mis ganas de abrir la puerta y tirarme para no llegar al parque. Lo único que me detenía era el dinero. Mucho dinero desperdiciado en arreglar mis heridas que definitivamente no tendría.
Con los auriculares puestos, intentando desconcentrarme un momento de mis pensamientos, sobé mi entrecejo, sintiendo que el taxi poco a poco bajaba la velocidad, lo que me asustó.

—Llegamos a su destino—avisó y me quejé desganadamente, casi sin querer y poder agradecerle.

Pero debía. Ese señor no tenía nada de culpa sobre mi vida tan complicada.

—Muchas gracias, aquí está el pago—medio sonreí, entregándole el dinero con una pequeña reverencia.

Después y definitivamente dudando, bajé del carro, sintiendo que mis piernas fallarían y caería en cualquier momento.
Respiré profundo varias veces, cerrando los ojos para relajarme un poco.

Ya estás aquí y ya no hay vuelta atrás. Me dije a mí mismo, intentando motivarme. Aunque sonara muy rudo, servía al menos.

Volteando de lado a lado, busqué con la mirada a JungKook, encontrándolo rápidamente. Estaba hablando por teléfono y caminaba de lado a lado con una maleta en mano, cosa que inevitablemente me hizo sentir mal, pues fue entonces que caí en cuenta de que mi ex mejor amigo sí estaba por irse de la ciudad.
Reteniendo aire, aceleré el paso hasta llegar con JungKook, tomando su mano y haciendo una reverencia.

— ¡Por favor hablemos una última vez antes de que te vayas!— alcé la voz, cerrando los ojos con fuerza.

— ¿JiMin...?— sentí que el tono con el que había hablado JungKook era uno confundido.

broma indecente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora