[ 53* ]

2.2K 216 79
                                    

“Su versión
p t e . 3

Las clases al fin terminaron y me despedí de Lalisa no sin antes darle mi número y quedar con ella en un lugar ésta tarde.

En el camino me quedé pensando en qué apodo ponerle en WhatsApp. Por un lado quería ponerle "Serpiente venenosa", pero por el otro quería ponerle "Víbora agresiva", y siendo sincero estaba en una pelea conmigo mismo pues ambos nombres serían geniales.

—Me caes mal—murmuré apagando mi celular, porque si seguía así seguramente me caería en algún punto.

Bostezando me apuré en llegar a mi casa queriendo recostarme en mi cama a descansar ya.

Diez minutos o más pasaron de puro camino y ya no aguantaba el sueño, lo bueno es que estaba a unas casas de la mía y por eso no me tiraba al suelo a dormirme. Estuve al fin frente a mi dulce hogar y me permití darle una última mirada a la casa de JiMin, la cual tenía la luz encendida en lo que suponía y creía que era su cuarto. Suspirando me apresuré en entrar a mi cuarto y no salir hasta que tuviera que hacerlo por ir a ver a Lalisa. Obviamente antes de dormirme puse una alarma y abrí mi ventana y cortina para no morirme de calor.

La última imagen que tuve al tirarme en mi cama fue la de JiMin abriendo las cortinas de su cuarto y mirándome por unos segundos. Fue entonces cuando me dormí profundamente.

›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹

Me levanté de un salto de mi cama limpiando mi baba, asustándome gracias al alto sonido de la maldita alarma, cual sólo seguía y seguía sonando sin callarse.
Bostecé estirándome y recordando mi última vista antes de dormirme, miré esperanzado por la ventana, pero no, no había nadie allí y la luz no estaba encendida. De nuevo me había imaginado cosas. Un poco decepcionado suspiré y me preparé en un récord de nulo tiempo para salir por la puerta luego de tomar cosas necesarias como mi celular o llaves de mi casa.

Subí a mi lindo auto y al encenderlo arranqué en dirección a la heladería, cual no estaba a más de unos diez minutos de distancia de mi hogar, agregando que había un poco mucho tráfico a éstas horas por las calles.
Al estacionar el carro, sólo bajé corriendo sin pensar mucho en qué dejar dentro y qué no.

Pasé por la puerta de vidrio, escuchando un muy suave timbre arriba de ésta sonar luego de empujarla, era una decoración que avisaba cuando alguien entraba y salía, claro.
Revisé con la mirada todo el lugar buscando a Lisa.

— ¡Kook!— me gritó y al fin la vi en sentada en una de las mesas del fondo.

Me dirigí a ella sonriendo un poco debido al gusto de verla y me senté al instante de llegar.

Perdona la tardanza—dije avergonzado y ella me respondió con un sonido haciéndome saber que no importaba— ¿Esperaste mucho?

Contestándome, negó con la cabeza rápidamente, luego se sacó la rojiza paleta de la boca, haciendo que sonase un "pop".

—Qué va, llegué hace unos minutos, me dio pereza levantarme de la cama antes y tomar el autobús, siempre está tan lleno y es un completo estrés meterte allí—expresó con el ceño fruncido por el fastidio—Estuve a nada de no venir por ese transporte de mierda, hasta el cuello estoy ya.

—Me hubieras avisado, vine en mi carro—le hablé acomodando mis brazos en la mesa.

—Perdón, señor dinero, no todos tenemos auto propio—me dijo riendo y yo bufé ofendido—Está bien, lo siento, aprecio el gesto.

broma indecente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora