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"No-venganza".
p t e . 3

JiMin bostezó abriendo un poquito los ojos para luego volver a cerrarlos gracias al dolor de cabeza que sentía con solo esa acción. Se erguió en la cama sobándose la parte adolorida. ¿Qué había pasado ayer? Se tiró nuevamente a la cómoda cama en la que estaba y miró a su derecha abriendo lentamente los ojos. Pero que susto; un chico feo y narizón se encontraba a su lado. Por un momento estuvieron a punto de darse un beso gracias a que JiMin había volteado la cara en su dirección, pero no han de preocuparse, puesto que no pasó.

El pelinegro tomó su celular, tallando sus ojos, notando desde un principio que estaba en una bolsa de mujer. Miró las notificaciones que estaban en su pantalla de bloqueo y se sorprendió al ver que lo habían etiquetado en muchos tweets y que TaeHyung y su grupo de amigos le habían mandado más de mil mensajes.

Y todo empezó a dar rienda en su adolorida cabeza.

El club, el coqueteo, el alcohol, ¡todo esto fue por una jodida broma! Notó que estaba completamente desnudo, que las ropas que había usado ayer estaban tiradas por todo el lugar y que justo también había una peluca rubia por la esquina. Fue corriendo hasta el baño, alterado y casi a punto de echarse a llorar, ¿qué mierda había pasado?
Se miró al espejo y vio cosas que no debería; tenía chupetones por todos lados (hasta en donde no se puede). También su maquillaje se había corrido. Era un asco todo. Su labial rojo estaba hasta en parte de sus mejillas.

Salió rápidamente del baño tomando una manta que lo tapase lo suficiente. Tenía un nudo en la garganta y le era imposible de tragarlo.

— ¡JungKook!— gritó desesperado.

—JiMin, es temprano, deja dormir—se quejó luego de un rato de estar queriendo levantarse con una voz muy gruesa, producto del sueño.

— ¡Estábamos durmiendo juntos, idiota!— exclamó con el ceño fruncido, casi a punto de llorar.

¿Y? Ya lo hemos hecho—habló burlesco y estirándose un poco, aún en la cama.

—¡No me estoy refiriendo a eso!— dijo finalmente llorando—. ¡Estamos desnudos, en una cama, después de una estúpida fiesta! Estábamos alcoholizados. ¡Tuvimos sexo!

— ¿¡Qué!?— se levantó de golpe y miró a JiMin, notando que en efecto ambos estaban desnudos—. Joder, lo siento—soltó sin creerlo aún, aunque sintiendo mucha culpa. Tapó su cara con exasperación para pararse también de la cama.

— ¡Tápate ya imbécil!— dijo a lo que el otro no tuvo que estar por más de un segundo sin obedecer.

Ambos estaban en un silencio profundo, uno incómodo e intenso. Ambos pensando en qué había pasado. Uno más confundido que el otro y tratando de dar en algún punto, pero nada salía de sus bocas.

—J-JiMin, ¿esto es una broma?— el mencionado no le miró por estar con la cabeza entre sus piernas y llorando—. M-me quiero referir a que, ¿tú hiciste esto a propósito?

JiMin se limpió los ojos y se levantó enseguida, para empezar a juntar sus cosas, tomando sin permiso, unas prendas del clóset de la habitación, JungKook le miró extrañado, ¿por qué traería ropa de mujer?
Su menor se empezó a vestir y fue entonces JungKook quitó la mirada de allí por respeto.

—Sí, JungKook, sigue creyendo que esto es una jodida broma—por un lado estaba enojado consigo mismo y por el otro decepcionado— ¡Sigue creyendo que todo lo que decimos y hacemos es una maldita broma!

broma indecente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora