[ 67* ]

1.1K 93 8
                                    

“Mi versión”.
Final.

Suspiré sintiéndome nervioso. Por fin le contaría lo que había pasado... Le explicaría todo... Estaba muy incómodo. Aunque no realmente, pues me sentía raro, sí, tanto que no me salían las palabras para empezar a hablar y por eso relacionaba la sensación, pero JungKook me ponía nervioso por otra cosa, definitivamente no por disgusto.

Tragando aire, apreté con fuerza las mangas de mi sudadera, tapando mis manos en el acto.

—Primero que nada quiero pedirte disculpas por todo lo que pasó y por haber tardado tanto en confesarte esto—con la mirada baja hablé—, pero me sentía tan mal..

Y sorpresa, las lágrimas ya estaban queriendo salir y mi voz se estaba rompiendo. Formé puños. No, JiMin, tú puedes.

—Estaba muy confundido, lleno de miedo por lo que estaba sintiendo y pasándome gracias a ti...

» Me gustas, me gustas mucho, JungKook.. No tienes idea de cuánto te quiero. Me di cuenta hace poco, por eso he estado tan serio y confundido desde la broma. Me pone nervioso estar a tu lado. Que me abraces, me toques, porque ya no lo siento como una amistad. Es más que una atracción, y contra eso yo no puedo hacer nada...

» Los primeros momentos me quise convencer de que sólo estaba siendo un tonto emocional; que por la broma me había confundido, pero no era así. Cosa que me chocó mucho. En vez de que mis sentimientos se tranquilizaran y volvieran a la normalidad, lo único que hacían era crecer y expandirse cada día más. Llegando al momento en el que no podía controlarlos. Cuando me hablabas ya no podía controlar mis ganas de besarte. Estaba tan ansioso por estar a tu lado todo el día... Por saber de ti, por tocarte y por que me tocaras también, no solo de una manera sexual.

Sollocé. Las lágrimas rodaban sin parar por mis mejillas, llenas de un sentimiento de indescriptible dolor y culpa.
Era muy difícil contarlo, mi meta era hacerle entender que estaba siendo completamente honesto, y esto me generaba más presión, pues necesitaba decir lo suficiente como para que al menos me perdonara. Incluso con que simplemente entendiera, estaría satisfecho.

—En ese punto ya no estaba en mí nada. No podía hacer nada contra el miedo que surgía por el futuro de mis sentimientos y de nuestra amistad—aspiré aire para seguir hablando—Me aterraba pensar que no fuera recíproco, que esto no fuera más que un capricho o confusión y muchísimas cosas más. Tan asustado quedé, que la única salida que vi fue huir de ti y de nuestros amigos también sin querer, para “aclararme” emocionalmente y no lastimar nuestra rota amistad.

Con el dorso de mi mano removí las lágrimas temblando. Y aún así, por más que las limpiara, seguían saliendo más de ellas a mares y sin control. Inevitablemente no tenía la fuerza para poder detenerme a hablarle sin tartamudear o equivocarme, sin tener la valentía como para explicarle y aclararle todo a JungKook viéndolo a los ojos sin alguna excepción. Pero nuevamente mi excusa era que no podía. Las emociones eran tan inmensas y me atacaban todas a la vez, sintiéndome incapaz de defenderme tan siquiera de una de ellas.

—Lo lamento tanto—lloré con lamentos—De verdad nunca fue mi intención lastimarte ni nada parecido a eso, todo lo contrario, lo hacía para no herirnos y continuar teniendo la sana amistad de siempre. Todo esto empezó por una estúpida venganza. Perdón por no haberte detenido esa noche, estando tan ebrio. Debí haber pensado con el cerebro, debí haber pensado en ti, cómo reaccionarías, qué tanto mal te haría. Creo que en el fondo yo siempre quise estar de esa forma contigo y gracias al egoísmo no lo pensé dos veces. En serio discúlpame, lo siento tanto. Perdóname, me siento tan idiota e im-

broma indecente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora