|Primer libro de la trilogía: El rompecabezas|
La confianza es tan difícil de conseguir. Es como plantar una pequeña semilla y esperar día tras día a que crezca un poco más. Pero a la vez es tan fácil de perder, como es de fácil arrancar una flor de...
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La muerte es inevitable, pero a la vez es misteriosa. Nunca sabrás con exactitud que día, que mes, que año o en que segundo morirás. Aunque lo supieras siempre es impredecible, puede pasar un minuto antes o un minuto después, nunca podrás planearlo ni mucho menos evitar que pase.
¿Sera por una enfermedad? ¿Serás tú quien le de fin a tu vida o será alguien más? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué?
A veces se reduce a tomar una mala decisión que te hace perderlo todo, como ir al lugar incorrecto, decir las palabras incorrectas, o en este caso, por confiar en la persona incorrecta.
Pero como saberlo. ¿Cómo saber que tu "amigo" te traicionaría? ¿Cómo saber que planeo algo en tu contra? ¿Cómo desconfiar cuando tanto te costó confiar?
Si una persona importante para ti, intentara matarte ¿Lo matarías primero?
Si tienes que elegir entre perderlo todo o ganar lo que deseas ¿Matarías a alguien que quieres?
En la cabeza de Alex esas preguntas pasaban una y otra vez. Quería encontrar una respuesta, una razón. Pero solo se le venían a la cabeza dos nombres.
Winston y Josh
¿Quién los estaba engañando? ¿Quién descubrió a quién? ¿Por qué murió uno y no el otro? ¿Estaba en lo cierto o solo estaba cometiendo un error?
Por el momento solo sabía que uno de los dos había perdido la vida y a pesar de todo era triste, demasiado. Porque sin importar si era culpable o no, esa persona había sido su amigo. Y ahora estaba muerto.
Lo veía y se le oprimía el corazón, porque él ya no lo regañaria ni se burlaria de sus chistes malos. Ya no lo escucharía decir "Callate, Alex".
Allí entre los brazos del castaño se encontraba el cuerpo sin vida de Josh Finley.
—Nos está ganando, nos está matando uno por uno —susurra Alex. Amber a su lado se siente confundida.
—¿De qué hablas? ¿qué sucede?
—Josh, está muerto Amber —dice Winston. Su voz es neutra pero su rostro muestra confusión como si aun estuviera en shock—. Estaba en la orilla sólo, ahí tirado. Comencé a llamarlo y a moverlo, pero jamás reaccionó —suelta y comienza a llorar. Finalmente es consciente de lo que esta pasando.
Su mejor amigo murió y él pudo haberlo salvado si tan solo hubiera llegado minutos antes.
—¿Dónde estabas antes de encontrarlo? —pregunta desconfiado el castaño mientras abrazaba a su amiga.
—Estaba buscándolos. ¿No creerás que yo... —mira al ojiazul con indignación—. Alex, ¿Crees que mate a mi mejor amigo? ¿a mi hermano?
Winston se asquea ante la sola idea de él asesinando a Josh. Lo deja en el suelo y se sienta a su lado, solo se queda ahí llorando y lamentándose no haber llegado antes. Quizás habría podido hacer algo.