|Primer libro de la trilogía: El rompecabezas|
La confianza es tan difícil de conseguir. Es como plantar una pequeña semilla y esperar día tras día a que crezca un poco más. Pero a la vez es tan fácil de perder, como es de fácil arrancar una flor de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las horas habían pasado con rapidez a pesar del día intenso que habían tenido. Ahora estaban ocultos en el bosque, con solo la luz de la luna iluminándolos.
Ya en la mañana buscarían un lugar más seguro, aunque parecía que no tenían escapatoria.
-No puede seguir así -dice la morena viendo a su mejor amiga-. Hablare con ella -se acerca hacia Emily quien esta con la mirada perdida-. Hola, Em. ¿Cómo estás? No has hablado desde que llegamos.
-Muy mal. Si no fuera por mi ellos estarían asalvo.
-Claro que no...
-Están muertos por mi culpa, Cailyn -murmura con la voz apagada- Si yo hubiera muerto, ellos estarían aquí.
-Emily, todos tenemos la muerte asegurada aquí. Pudo habernos sucedido a todos, es un milagro que sigamos vivos hasta ahora -le dice abrazándola-. Ellos se sacrificaron por amor a nosotros, para darnos la oportunidad de seguir con vida. Debemos compensarlos.
Un poco mas alejados se encontraban Maia y Alex.
-¿No piensas perdonarme, Maia?
-Te enamoraste de una de mis mejores amigas estando conmigo. ¿Crees que es fácil de olvidar?
-Si, sentí algo por Fleur, pero nada se compara a lo que siento por ti, y creo que esto lo demuestra -le enseña la herida en su pierna-. Daria todo para que tú estuvieras a salvo.
-Tenemos que curar esa herida -lo mira atentamente sin decir nada mas.
-¿Me perdonas? Se que no lo merezco, pero no puedo estar sin ti.
-Si, pero la próxima vez ni siquiera vivirás para contarlo -se abraza al chico con fuerza.
Realmente a Maia le dolió enterarse que su novio estuvo enamorado de Fleur, pero no le veía el sentido a seguir enojada, ya que en cualquier momento podía perder a Alex o incluso morir ella y eso sería peor que cualquier cosa. Prefería perdonarlo y olvidar, a perderlo y arrepentirse por no haberlo perdonado.
Lo mismo pasaba con Madison, si bien aún seguía dolida, prefirió hablar con Dan y arreglar las cosas.
-Cuando estábamos en la cabaña sentí que moriría -le dice la rubia a su novio-. Eso me hizo pensar en que no tenemos la vida asegurada, ni aquí ni en ninguna parte. Por eso, no importa la razón por la que comenzamos a estar juntos en primer lugar, sino que lo importante es que estamos juntos. Y ambos cometimos errores y los seguiremos cometiendo porqué justamente eso es lo que nos hace humanos -toma su mano- Daniel, yo quiero seguir equivocándome y aprendiendo contigo a mi lado, no importa nuestro pasado, sino lo que haremos apenas salgamos de aquí.
-Gracias por perdonarme. Se que actúe como un idiota, pero estoy dispuesto hacer lo que sea para reparar el daño que te cause. Aunque sé que me llevara tiempo, quiero hacer valer tu perdón, porque también quiero seguir aprendiendo a tu lado -le dice besando su mejilla-. Madison, tú me haces mejor persona. -la rubia le sonríe con un pequeño destello en sus ojos.