【Capítulo 8】

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Ahí estaba él protagonista principal de la historia, observando el lugar en el que se encontraba con mucha satisfacción

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Ahí estaba él protagonista principal de la historia, observando el lugar en el que se encontraba con mucha satisfacción.

Las paredes estaban cargadas de humedad y moho, el suelo parecía poder romperse en cualquier momento y ni hablar de la escasa iluminación. No había nada en buen estado en ese lugar, por eso mismo no era habitado desde hace años. Pero a él le caía como anillo al dedo.

Sonrió enormemente al recordar los últimos días. Sus acciones habían sido muy satisfactorias para aquella mente tan desequilibrada.

Nadie lo entendería jamás, pero él había nacido así, carente de escrúpulos y con corazón de piedra. No podemos culpar a nadie sobre sus decisiones, mucho menos a su familia. Después de todo había nacido en un hogar donde lo rodearon de amor y buenos valores. Solo que al crecer el siguió su camino y tomo sus propias decisiones. Así fue como descubrió que nada le gustaba más que jugar con la mente de las personas, manipularlas a su antojo y hacerlos cómplices de sus ideas macabras.

Observó a la persona junto a él y se rio en sus adentros. Su acompañante era un idiota, había aceptado jugar su juego sin darse cuenta de que, en cada juego, solo puede haber un ganador. Esto no era la excepción.

Todo estaba planeado con suma precaución, nada podía arruinar sus planes. 

La persona a su lado solo era un as bajo la manga, uno que le serviría para jugar sus cartas, pero cuando ya no necesitara de su ayuda, lo descartaría de inmediato sin culpa alguna.

Esa persona era su igual en todo, tenía la misma mentalidad malévola y vengativa. Aparentaba ser una persona buena y generosa, pero era todo lo contrario, era un ser mentiroso y egoísta. No le afectaba hacer sufrir a las personas que supuestamente quería.

—¿No te afecta hacer esto? —pregunta él. La otra persona lo observa con confusión—. Son tus amigos después de todo —dijo viendo el grupo de adolescentes desmayados en el suelo.

 —Ellos no son mis amigos, solo son un montón de hipócritas —murmura viéndolos con desprecio.

—Sera mejor que lo hagamos antes de que despierten.

Se aproximaron a los jóvenes y los fueron llevando en brazos uno a uno en diferentes direcciones.

—El viejo Lambert era un genio, construir un bunker debajo de esa cabaña es una idea fantástica —comento su ayudante mientras arrastraba a la pobre Madison hacia una habitación.

El bunker era bastante grande y espacioso, casi como una casa. En él había justamente diez habitaciones que les servían para sus planes. Había sido fabricado en las épocas de guerra.  Nicolás Lambert solía ser militar y siempre estaba prevenido para cualquier ataque. Por eso al tener una numerosa familia había mandado a construir el bunker, por si lo necesitaban en algún momento. 

El lugar contaba con las diez habitaciones, un baño y una pequeña cocina/comedor. 

—Tú deberías encerrarte también, seria sospechoso si no lo haces.

ROMPECABEZAS #1 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora