Perdida - Sasusaku | AUSoulmate | [Libro 1: ✔️]

Perdida | 23

Su mirada la hacía parecer estar muerta, eso pensaba Sai al observar durante horas el cuerpo de su amiga tirado en un sillón, callado y negado a provocar cualquier tipo de sonido, mirando por la ventana sin mover siquiera un solo músculo. Estaba preocupado, estaba muy preocupado por su amiga, estaba seguro de que por dentro ella debía de estar sintiendo como si la muerte misma se la estuviera llevando al infierno, y quería ayudarla pero ella ni siquiera respondía sus preguntas, ni sus juegos.

Sintió su celular vibrar en su pantalón y se levantó de su asiento, no sin echarle un ojo otra vez a Sakura y dirigirse cerca de las escaleras, donde Sakura no pudiera oír. Contestó la llamada llevándose el celular a la oreja, sabiendo de ante mano de quien se trataría.

—Sai.

—Sasuke.

—¿Cómo se encuentra ella?

—Destrozada —dijo lo obvio— ni siquiera me habla... me siento preocupado.

—Tienes que ser fuerte.

—Lo sé.

—Por favor habla con ella... no dejes que siga hundiéndose en su autocompasión. Habla con ella y trata de hacerla razonar, debe quedarse tranquila y estar segura de que su padre estará bien o...

—O jamás nos perdonará —Era egoísta, pero aunque también les importara el enojo que Sakura tenía contra ellos, era más importante el protegerla.

—...Sí. Por favor...

—Tranquilo, haré todo lo que pueda.

—Gracias.

Seguido de esto, el azabache cortó la llamada y el pelinegro soltó un suspiro mientras se preparaba mentalmente, buscando las palabras correctas para ir a decirle a su amiga.

—Sakura —llamó mirandola decididamente— Vas a escucharme, y vas a contestar, no te dejaré seguir así.

Ella solo le dirigió una mirada sin decirle nada, haciendo notar sus pocas ganas de vivir en la falta de brillo en sus ojos. La ojijade, no quería hablar, quería quedarse metida en sus pensamientos durante los proximos meses, tranquila, sin pensar en los sucesos anteriores porque solo le hacían doler su corazón.

—Sé que ahora no lo crees...pero esto es lo mejor. No solo para ti, para tu padre también. Sé que estás enfadada con Sasuke y tienes todo el derecho de sentirte mal, pero no vas a quitar tu sufrimiento de esta manera Sakura.

—¿Y qué demonios se supone que haga? Mi padre me odiará por siempre por dejarlo solo.

—Él no estará solo. Estará con especialistas que lo cuidarán y verás que será lo mejor para él... si algún día logran ayudarlo para que pueda salir ten por seguro que no estará enfadado, estará agradecido —Estiró su mano para acariciar su cabello con cariño— Además, tú vas a estar mejor.

—¿Cómo que yo voy a estar mejor? ¿¡Eres idiota acaso!? Yo voy a estar completamente sola, al igual que mi padre. Y no habrá persona en el mundo que no me mire con pena o por burla por estar como una huérfana emancipada.

—¿Por qué crees que alguien haría eso? Sakura escúchame, sé que durante mucho tiempo te sentías y aún te sientes mal por la culpa de las miradas de otros, por como te ven, porque piensan y que estás dando a entender. Pero pronto serás una adulta y todo eso puede irse al carajo, no tienes porque seguir viendo a todos los malditos que alguna vez te torturaron. Solo piensa en esto como una oportunidad de quitarte a tu padre como un peso de encima, el ahora estará presente en tu corazón y tu siempre lo estarás esperando hasta el día en el que se recupere y puedas volverlo a ver.

—¿Y si el no se recupera?

—No seamos pesimistas ¿Quieres?... —Sai se quedó pensativo durante unos segundos, dudando si decir las siguientes palabras sería lo correcto— Yo te prometo que todo saldrá bien, que el algún día podrá volver contigo y que tú sobre todo vas a estar bien.

—Hace años Sasori entró en coma, dijimos que no seríamos pesimistas y que el muy pronto iba a recuperarse pero aún no despierta ¿Por qué con esto sería diferente? Más encima ahora papá no está en condiciones de trabajar para seguir pagándole al hospital.

Sai, no pudo negar nada de ello porque Sakura tenía razón. Kizashi trabajaba de medio tiempo en una construcción, y era lo único que lo conectaba con el mundo, y también lo único que mantenía a ambos. Sin embargo, se negaba completamente a dejar que Sakura siguiera hundiéndose en todas las cosas malas que podrían suceder.

—Sakura... ¿No crees que es tiempo de pensar en ti misma?

—¿A que te refieres con eso?

—Yo... en verdad creo que este es un buen momento para que te enfoques en esa beca... será lo mejor para ti y para continuar con tu vida.

—No me interesa.

—¡Sakura! No vas a dejar que toda tu vida se caiga por la borda, no puedes rendirte ahora que todo puede mejorar para ti y para tu familia.

—Sai —Ella comenzó a llorar de nuevo— En serio ya no quiero continuar esforzándome, no tengo razones para seguir con eso.

—¿Cómo que no las tienes? Sakura yo te quiero mucho y sé que tu padre también. Además... ¿No quieres recibir en un bonito lugar a Sasori cuando el despierte? ¿No quieres que el vea que su hermana está bien y que puede sonreír junto a ti? ¿No quieres eso?

—¡Yo ni siquiera sé si el despertará!

—¡Él va a despertar! Y aunque no lo hiciera tienes que hacerlo por ti, por tu vida, por tu felicidad ¿Sabes todas las cosas que eres capaz de conseguir? ¿No te agrada la idea de cumplir tus propósitos y sueños? No lo sé... tal vez, ¿Viajar por el mundo?

—Solo quiero estar en paz...

—Lo estarás. Solo debes continuar, prometo que haré todo lo posible para que nadie pueda hacerte nada malo...

—¿Y qué haré?

—Irás a la universidad...te alejarás de aquí. Esta casa es tuya, puedes alquilarla mientras te vas a estudiar... yo te ayudaré también a mantener a Sasori en el hospital.

—Pero-

—¡No Sakura! Aceptaras mi ayuda... este es el momento de continuar.