Perdida - Sasusaku | AUSoulmate | [Libro 1: ✔️]

Perdida | 15

Espesas lágrimas caían de sus ojos mediante sollozos escapaban de su boca, su cuerpo estaba temblando y su cabeza no paraba de repetir la misma situación una y otra vez... haciéndola llorar aún peor.

Tal vez ese no era el mejor lugar para romper en llanto y desahogarse pero siendo sincera consigo misma le importaba un carajo que la vieran en ese momento, le importaba un carajo lo que pudieran pensar y le importaba un carajo quedar como una llorona. Ya daba igual, sus razones y su sufrimiento si eran válidos para sentirse mal si ella quería y ya no iba a controlarse por no quedar mal. Ya no aguantaba y realmente estaba demasiado cansada de seguir luchando.

Ya daba igual si alguien entraba por la puerta del salón y la veía ahí sentada en su pupitre llorando. Le daba todo igual cuando la imagen del día anterior se repetía en su cabeza constantemente sin dejarla en paz siquiera por diez minutos seguidos; la imagen de su padre volviendo a golpearla. Estaba cansada, y realmente dolía no poder cambiar ese pequeño defecto de su maldita realidad.

Le consolaba el hecho de que Oliver estaba bien y que lo habían encontrado, el pequeño cachorro que tan solo un par de días antes su padre había encontrado en la calle, se había vuelto muy importante para este mismo. Y por lo tanto, era importante para Sakura, ya que ese pequeño animal hacía feliz a su padre y lo mantenía tranquilo. Se había sorprendido al ver ese efecto que provocaba en su progenitor, y se había puesto de más féliz cuando se dio cuenta que los últimos días habían sido tranquilos. Pero el día anterior, a pesar de haber recuperado a Oliver su padre estaba demasiado enojado, demasiado enojado por verla junto a un chico que él no conocía y por el que el aseguró que Sakura tenía sentimientos.

No importó cuánto ella hubiera negado esto, no importó cuantas veces dijo ella que el estaba equivocado porque el hombre al fin y al cabo decidió simplemente no escucharla.

Asique allí se encontraba, envolviendo sus piernas con sus brazos y llorando porque ver los moretones que esta vez incluso habían sido casi imposibles de ocultar le hacían recordar como sucedió todo, cada golpe y la fuerza de cada uno.

Y en un momento, paró su llanto cuando escuchó como la puerta se habría, dejando ver a la persona que menos quería ver en ese momento. Al prácticamente causante del enojo de su padre, y al causante de su malestar durante los últimos días. Decidió quedarse callada, haciendo contacto visual de una manera dura con ojos ónix de el, demostrando así que en serio no tenía ganas de escucharlo ni verlo y que no iba a pelear como dos tontos niños.

—¿Estás llorando porque tu padre te maltrata? —preguntó el de la manera más directa posible, dejando a la ojijade completamente estática y procesando la información poco a poco.

—¿Por qué siempre tienes que aparecer en todos lados? —cuestionó desviándo el tema.

Sasuke por su parte se encontraba teniendo una lucha interna demasiado intensa para lo que él normalmente estaba acostumbrado a soportar. Confundido con lo que sentía y ahora confundido sobre cómo debería actuar en esa situación. Confundido también porque ni siquiera sabía porque decidió entrar al salón para ver a Sakura llorando, esperando poder ayudarla aunque fuera un completo idiota. La única respuesta que podía encontrar a todas las tonterías que estaba haciendo, era ese hilo atado a su meñique que durante todo ese último tiempo se había dedicado a ignorar, como un estupido, porque ignoraba al hilo pero no estaba ignorando a Sakura aunque lo quisiera.