Perdida | 25 | Final.

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Sai miraba a Sakura con lagrimas en lo ojos, pero con una sonrisa, con el corazón latiendo a mil y con tantas emociones dentro que no sabría expresar ni en un millón de años

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Sai miraba a Sakura con lagrimas en lo ojos, pero con una sonrisa, con el corazón latiendo a mil y con tantas emociones dentro que no sabría expresar ni en un millón de años.

—-Te voy a extrañar —expresó con tristeza, pero con felicidad al mismo tiempo, no queriendo poner triste a su amiga por su partida— Verás que la vas a pasar genial aunque me extrañes. Sin embargo no olvides chatear conmigo todos los días para informarme sobre tu situación allá ¿okey? No vayas a olvidarte de mi luego por conseguirte un par de pretendientes.

&Lo prometo. —Ella río con las lagrimas fluyendo desde sus ojos y caminando por sus mejillas— espero que todo salga bien.

—Lo hará —afirmó el.

Sakura tenía cierto brillo en sus ojos que hacía estar féliz al pelinegro. La pelirosa, sabía que desde el momento en que entrase al avión todo comenzaría a cambiar. Estaba lloviendo, lo cual hacía todo verse de una forma más dramática y melancólica. Observaba a su alrededor como si todo fuera lo más hermoso que sus ojos pudieran apreciar, pues realmente sabía, y no quería imaginar, cuánto sufriría al extrañar aquel lugar. Todo allí la ataba a un enorme sufrimiento, pero también a cosas muy bonitas que había vivido durante su infancia, literalmente toda su vida. Ella había nacido allí, era su hogar natal e iba a abandonarlo para irse a estudiar y tener una mejor vida. Iba a volver, claro que lo haría... pero cuánto lo extrañaría.

Y quien podía saber cuantas cosas iban a pasar en Múnich, que la enlazaran allí e hicieran que quisiera quedarse a vivir allá por siempre. Sentía miedo, se estaba adelantando mucho en el tiempo.

¿Su padre como estaría?

¿En realidad Sasori despertaría algún día?

—Tranquila... —susurró él— algún día vas a volver para visitarme, no debes preocuparte.

—Pero faltan muchos años para eso.

—Cuanto más tiempo pases allí será mejor para tí, el tratamiento que tendrás debes hacerlo sin sentirte presionada a qué te den el alta. Incluso si decides quedarte a vivir por allá y volver solo de vez en cuando para visitarnos, eso si que sería algo muy genial. Puedo presumir que tengo una amiga viviendo en Alemania —Sonrió con picardía.

—En verdad te voy a extrañar —Nuevamente se largó a llorar, viéndose afectada por el amor que le provocaba ese comportamiento tan lindo de su mejor amigo.

—Ya basta... tienes que estar tranquila. Pronto el avión despegará.

—Y no volveré a verte en mucho tiempo... Sai-

—Para eso existen las videollamadas. ¡Oye! Tienes que pensar en grande, en cosas buenas, saca las ideas tristes y negativas de tu cabezota ¿quieres?

Entonces, el tono de llamada del celular de Sai los interrumpió a ambos. El pelinegro frunció el ceño confundido, hasta que que tomó el aparato en sus manos y abrió los ojos al ver las letras en la pantalla.

Perdida - Sasusaku | AUSoulmate | [Libro 1: ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora