Perdida - Sasusaku | AUSoulmate | [Libro 1: ✔️]

Perdida | 20

Sasuke caminaba hacia su casa despreocupadamente, pero pensativo, analizando que iba a hacer en el momento que llegara a su hogar... tal vez debería pedirle algún consejo a su familia en cuanto la viera. No estaba seguro, pero realmente se sentía apesadumbrado y decaído por todo lo que estaba sucediendo, por lo que no quería imaginar cómo debía estar Sakura. El no era muy apegado a su familia, sin embargo no estaría mal por una vez en su vida no hacerlos a un lado y pedirles ayuda, aunque fuera indirectamente.

Al final Sakura había decidido quedarse en la casa de Sai, lo cual era lógico porque eran amigos y obviamente le tenía más confianza. ¿Que si le había enojado? En cierto grado sí, pero obviamente no era un buen momento para ponerse a hacer una escena y quedar nuevamente como un idiota.

Observo su hogar a un metro de distancia y rápidamente cortó esta trotando hacia la puerta, entró sin decir nada y directamente se fue a su habitación. Se sentó en su escritorio mientras comenzaba a dar vueltas en su silla giratoria para poder pensar mejor... no estaba seguro del que hacer o cómo hacerlo.

Sakura no quería que más gente supiera lo que pasaba pero eso solo empeoraría todo... sería mejor si acababan con el problema de una vez y ya. Pero nadie sabía como reaccionaría Sakura y si eso la haría sentirse peor, si guardaría mucho remordimiento o si se extaltaría y cometería una locura.

No tenía idea de que debía hacer.

Comenzó a masajearse las sienes mediante se levantaba de su silla para ir a su puerta, abriendo esta de un tirón.

—¡Mamá! —exclamó llamando a su progenitora.

—¿Qué ocurre Sasuke, por qué gritas? —preguntó esta subiendo las escaleras para ir hacia el ojionix.

—Necesito hablar contigo —Y dicho esto la tomó del brazo para meterla a su habitación y sentarse sobre su cama, dejando a su madre confundida parada en el medio de la habitación.

—¿Y bien? —preguntó ella— Oh, por favor no me digas que te expulsaron de la...

—No —la interrumpió— se trata sobre una chica...

—¿Qué? —Estaba realmente confundida.

—¿Que debo hacer si ella está sufriendo...si alguien la está haciendo sufrir? —corrigió— necesito saber.

—Oh hijo... eso depende mucho de lo que estás hablando. Pero supongo que lo que uno tiene que hacer es ayudarla a alejarse de esa persona para que ya no la dañe.

—¿Pero si esa persona es alguien importante para ella? ¿Y si ella no quiere alejarse que debo hacer?

—Entonces deberían hablar con esa persona, hacerle entender que está haciendo mal las cosas.

—Es que no lo entiendes —comenzó a tomarse el cabello por no saber cómo expresarse de la manera correcta— no es tan simple.

—A ver, hijo, ¿a qué te refieres con que le hace daño en primer lugar?

—Y si esa persona ¿la golpea?

Mikoto se acercó hacia él para sentarse también en su cama, mirándolo algo sorprendida y confundida, no sabiendo bien de que manera aconsejar a su hijo para que se tranquilizara.

—Pero eso es muy grave —dijo lo obvio— Tú...

—Si en verdad eres un hombre... —la voz de fugaku interrumpió a ambos, sorprendiendolos y haciendo que miraran hacia la puerta— la protegerás. Si ella en verdad te importa, la defenderás y la ayudarás. No hay más que decir. —Y sin más, se fue por donde había llegado.

El azabache se quedó mirando en esa dirección pensando y analizando las palabras de su padre, mientras sentía como su padre comenzaba a acariciar su espalda para darle consuelo.

Quizás tenía razón. Aunque no quería seguir lastimando a Sakura... su miedo de que ella lo odiara por alejarla de su padre no debía ser mas fuerte que la necesidad de ayudarla.

—Lamento que tu padre sea tan duro contigo... pero en realidad el tiene razón. Tal vez si no quieres contar más a fondo lo que sucede debas solo tomar ese consejo y hacer lo que es mejor para los que quieres. —terminó de decir levantándose de la cama para irse detrás de Fugaku, no sin antes brindarle una tierna sonrisa a su hijo— Sé que lo harás bien y que lograrás proteger a quienes quieres... te criamos para que seas un gran hombre, uno listo... espero que lo hayamos hecho bien. Pero esto es muy grave Sasuke... temo decir que si esto no se resuelve, tendremos que interferir.

Y así el azabache se tiró en su cama, no dijo nada pero supo que sus padres tenían razón, y que aunque no fueran lo más atentos ni amorosos, querían aconsejarlo lo mejor posible.

Y el los obedecería, no iba a defraudarlos. No importaba cuánto rencor les pudiera tener por haberlo presionando tanto durante su vida, ni cuán enojado pudiera estar a veces por la forma en la que lo trataban. Eran sus padres y él los amaba, y estaba seguro de que siempre querrían lo mejor para su hijo.

Ahora solo debía pensar, pensar bien para lograr encontrar la solución a toda esa mierda que invadía la vida de la ojijade.