Después de comer, Ciel me pidió que me quedara a dormir en su casa y con compañia de Mey fui a la mia a buscar ropa de cambio. Y de paso, aproveché que mi padre trabajaba para ponerme una gasa en la herida y salir sin que me viera.Por fin llegó la noche, hoy cenamos con una invitado de Ciel para hablar de negocios. Yo no quería estar aqui pero él insistió.
—Bueno jovencita, ¿Y de qué conoce al conde? — me hablaba Lau.
Es un comerciante de... Ya ni me acuerdo de lo que me dijo, soy un desastre recordando nombres o la mitad de las cosas que me dicen... Eso me recuerda que tengo que darle la carta de esta mañana a Ciel ¡Y ya es de noche!!
—Bueno.. Él es — empecé a dudar, quiero que él sea mi novio pero nunca me lo ha pedido y no imaginé que me hicieran este tipo de preguntas. Además yo crei que solo vendría un invitado, no tres. Porque debo decir que va a compañado de una chica.
—Tiene una casa muy bonita, Conde—.
Menos mal que el invitado apareció en medio de mi titubeante discurso. Así ya no tenemos que hablar de mi.
—Y pensar que se quemó hace unos años—.
—Ese no es un tema muy interesante de que hablar— interrumpe Ciel —Mejor hablemos de negocios— Cendric lo miró nervioso.
—Mi compañia aún está desarrollandose y nos gustaría tratar productos para niños. Por eso quería la colaboración de su empresa—.
—¿Y por qué niños? — intervengo yo, no se si podía hacerlo porque eso no me convenía. Pero... ¿Por qué Ciel me dejó cenar con ellos si no?.
—Los niños tienen un gusto más refinado que los adultos. Y al ver al conde me dio más la sensación—
Ciel lo miró serio.
Cuando terminamos de cenar, los sirvientes retiraron los platos y mientras esperábamos el postre, el señor salió al servicio después que Lau y su acompañante se fueran.
—¿Estás enojado? — le pregunto.
—Éste se cree que soy un niño y que por eso mi fábrica triunfa— yo sonreí y le acaricie el rostro.
— Es que pareces un niño — .
— No es verdad. Voy creciendo poco a poco —.
Ciel metió mi dedo índice en su boca y yo lo saqué antes de que me mordiera.
— Ya me mordiste está mañana y tengo que ocultarlo — .
Él se acerca a mi.
— Ya sabes que puedo curarte — Ciel movió mi cabello y retiró la gasa de mi cuello para pasar su lengua. Pero siguió hasta arriba y lamió el lóbulo de mi oreja.
— No creo que tenga heridas por ahí — dije riendo.
Ciel se apartó de mi antes de que entrara ese hombre.
— Lau tuvo que irse. Dijo que tenía otros asuntos pendientes —.
— Que pena... — habla Sebastian
— Tenemos preparado los dulces que queremos esponer para su empresa—El mayordomo trajo un pastel decorado con una corona dorada; mientras que yo no le quitaba ojo a ese hombre que miraba el reloj como si esperaba a que algo pasara.
— Dentro del pastel hay una muñeca llamada Feve y quien le toque se queda con la corona —.
— A los niños les encanta este tipo de juegos, este sería un dulce ideal —
— Es cierto que los niños piensan diferente a los adultos—
El señor Brandel sonrió dándole una mirada amenazadora.
—¡No te creas más listo que yo mocoso!— gritó exasperado —¡No soporto a los niños impertinentes como tú y no me interesa hacer un trato que no me beneficia! ¡Vete al infierno! —.
Se lanzó al suelo escondiéndose debajo de la mesa cuando el reloj de la sala sonó marcando las ocho. Sebastián se quedó mirándolo y yo miré a Ciel.
—¿Éste hombre toma algo? — le susurro.
Miré bajo la mesa y ahí estaba él con las manos en la cabeza y riendo como loco.
—¿Se encuentra bien, señor? —
Él se asustó cuando le hablé y salió de la mesa mirando a todas partes.
— Deberías dejar el alcohol — le dice Ciel.
No dejaba de mirarlo, estaba segura de que le iba a dar un infarto a ese hombre. Estaba temblando; algo en su boca crugio cuando probó el pastel.
— A alguien le ha tocado el premio — le dije, pero lo que Cendric escupió no fue la muñeca , sino los restos de una bala.
— Sus compañeros vinieron antes que usted, y como eso se les calló... Yo se lo devuelvo —.
—¡Eran unos cincuenta!! —dijo anonadado— ¡¿Y t-tú solo!? —
Sebastián sonrió.
— Lau nos dijo que tratabas con armas en el mercado negro —.
—¿¡Me vendió! ? —.
—Claro que no— le interrumpe Ciel
— Él nunca estuvo de tu parte—Cendric apretó los dientes enojado
—Y Sebastián.. Vuelve hacer un té diferente, estas ojas no tienen aroma — habló despreocupado.
A Brandel le ponía enfermo la tranquilidad en la que Ciel ... o mejor dicho, un niño se tomaba la situación. Sin rendirse, saco un arma de su traje y le apunta con ella ; yo me levanto de la silla asustada pero el conde me toma de la mano para que me estuviera tranquila, pero me era imposible. Cerré los ojos tras el impacto de las balas que Sebastián sostenía en sus manos.
—¡¡Eres un monstruo!! — le gritó.
Las luces del candelabro se apagaron y el comedor se llenaba de sombras oscuras que salían de ambos.
—¿Por qué crees que nadie sabe que castigos usa el perro guardián de la Reina? —
Ciel se quitó el parche , la marca demoníaca brillaba en morado intenso mientras que su ojo izquierdo cambió a rojo.
— Porque los muertos no cuentan cuentos —.
Tendré pesadillas con lo que vi después.
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Mi Endemoniado Novio
FanfictionViviendo rodeada de demonios autenticos, incluso siendo hija de un legendario Shinigami, ella nunca imagino que se enamoraria de un demonio híbrido.