Mi Endemoniado Novio

♚ Capitulo 7: Visiones ♔

Narrador omnisciente

Candy llevaba durmiendo desde que Ciel la rescató en el lago. Tras rebiciones médicas por preocupación del conde, el doctor afirmó que la chica no tenia nada. Pero algo dudoso, decidió llevarla con una amiga que podria ayudarla, pero ésta le dijo lo mismo y que ya despertaría.

La mañana trascurrio como siempre, pero el sol se fue ocultando dando paso a las nubes de lluvia. Ciel se quedó en casa de Sullivan a esperar a que Candy despertara.

—Señorita Candy—.

La llamaba Mey-Rin y ésta abrió la puerta.

—¡Qué bueno que ya ha despertado!. El joven amo y la señorita Sullivan la esperan para desyunar—.

Candy frunció el seño mirando a su alrededor.

—El joven amo la trajo aquí porque usted no despertó en toda la noche, ni siquiera para cenar. El amo Sullivan es una bruja a la que ayudamos vastante —.

Mientras la criada hablaba, iba cambiando de ropa a la peliblanca.

—Es una larga historia —dijo terminando su narración, la pelirroja la llevó al comedor y ahí estaba esa chica, al lado estaba Ciel, y Sebastian yacía detrás de él.

ೋღ Ayer, en la noche... ღೋ

Mientras cenan ....

—¿Visiones?— preguntó con la boca llena de comida.

— Primero traga — le corrigió el conde algo asqueado por los restos de comida que salían de su boca.

—Y si! Visiones. Eso me dijo ella —.

—¿Qué tipo de visiones? —.

—Aún no lo se. No me dio tiempo a preguntarle —.

—En ese caso, será mejor que la dejes aquí y asi podré preguntarle cuando despierte —.

—Dile a tu mayordomo que me prepare una habitación, no la voy a dejar sola —.

—¿Quieres la habitación a su lado o vas a dormir con ella haciendome creer lo contrario? — con picardia, le decía la azabache al conde el cual se sonrojo un poco.

—No soy un pervertido como tu — una de sus cejas parecía cojer un tic.

ೋღ Y ahora ... ღೋ

—Volved a la mansión, no quiero que dejen la casa sola y procuren no romper nada —- le dijo a su sirvienta. Mey dio una reverencia y abandonó la sala.

Candy tomó asiento al lado de Ciel.

—Bu-Buenos dias—saludó algo apenada.

No era de su agrado ver nuevas caras. Ciel y la desconocida de ojos verdes y cabello corto la saludaron, a la que Candy también lo era para ella.

—Soy Sieglinde Sullivan —la bruja la saludo con simpatía.

—Yo soy Candy Crevan, es un placer — dijo sonriendo.

Ciel: —Te he traido porque no despertaste anoche. Ella.. — Candy lo interrumpió.

—Si, ya me lo dijeron —.

Sulli: —No te asustes, no voy hacerte daño —Candy sonrió.

Candy

¿No desperté despues de caer del puente? Quizas por eso tengo tanta hambre. Sin darme cuenta ya había devorado la mitad del desayuno, miré al plato con rubor pues Ciel se había dado cuenta también.