♚ Capitulo 4: Paris ♔

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Candy

Me di la vuelta buscando el lado frio de la cama, pero  estaba más caliente que donde estaba. Los rayos del sol que penetraban por la gran ventana, daba inicio al amanecer; abrí los ojos uno por uno con dificultad, pues aún estaba soñolienta. Recordando el sueño de anoche, abrí los ojos de golpe y me senté en la cama en busca del peliazul, pero no estaba.

Sentí una molestia en el cuello y llevé mi mano hasta ahí en donde tenía puesta una gasa.

—¡Señorita!. El desayuno ya está listo — era la voz del mayordomo desde el otro lado de la puerta.

Escuché sus firmes pasos alejarse por el pasillo al escuchar mi respuesta.

Una vez que la tina estuvo lista, me sumergi en la calida agua undiendome en mis pensamientos sobre el sueño de anoche. Salí de un pronto al recordar las palabras de Sebastian, me puse un vestido azul oscuro lijeramente pomposo y con un lazo azul claro até los mechones que cubrian mi cara, seguido de unos zapatos blancos; Y para evitar preguntas por parte de algún sirviente, me puse una gargantilla de tela en el cuello.

Bajé al vestíbulo y allí Mey Rin, despues de saludarnos, me encaminó al salón donde se daría el desayuno.

Sin duda, la decoración de esta enorme casa me encantaba. Sin hablar de la vestimenta del conde, quien lucia un traje verde haciendo juego con la sala. Ahora llevaba un parche blanco.

—Buenos dias señor Ciel— intenté ser lo mas formal posible. Esto no era propio de mi, pero como huesped que soy debia hacer un esfuerzo.

—Por favor, déjate de formalidades conmigo— respondió sin apartar la vista de su plato. Me senté frente a él en la redonda mesa con ayuda de Sebastian y sin duda este desayuno, fuese lo que fuese, estaba delicioso.

—¿Esto lo hizo Bard? Debo pedirle la receta— sonreí, dejando mis papilas gustativas deleitarse con la sabrosa comida.

Sebastian me fulminó con la mirada.

Ciel, es hijo de Vincent. *pensaba mientras lo examinaba con la mirada*. Esta casa fue destruida en un incendio. *esta vez examinaba el salón*. ¿O fue un sueño?. De tantas pesadillas ya no se ni qué pensar.

—¿Dónde estan tus padres? — . Genial Candy, te ganaste una buena mordida por preguntar tan indiscreta.

Por unos segundos, Ciel levantó la mirada y volvió a fijarla en la comida.

—Murieron — respondió, se podía ser mas frio.

Me volvió a dar una punzada en el pecho pero esta vez fue leve.

—Lo siento mucho — dije apenada. Volví la mirada a mi desayuno.

Ciel

Nunca me ha gustado la idea de tener invitados en mi casa. No me gusta hacer de niñera. Pero esta vez no sentía ese enojo por tenerla aquí, me da la sensación como si fuera de costumbre el que estuviera a mi alrededor.

¿O será por que es hija de Undertaker?

"Hija de Undertaker" — volví a repetir en mi cabeza. Disimuladamente alcé la mirada hacia ella para contemplarla mejor.

Creí que yo era la única persona bajita en este mundo— reí para mis adentros.

Su cabello era largo y blanco como el de Undertaker, tambien algunas facciones de su cara que lo simulaban a él , pero sus ojos son azules.

¿Serán azules los verdaderos ojos de Undertaker?.

Sin embargo, tenia una corazonada de que su precensia aquí no traería nada bueno.

Mi Endemoniado Novio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora