♚ Capitulo 3: Ese Sueño♔

647 54 5
                                    

—¡Joven amo! ¡Joven amo! —.

—¡A-Abuelo! —.

Era la voz de Tanaka quien en una silla de ruedas intentaba acercarse a mi.

Sin mi consentimiento, corrí hacia él correspondiendo a su abrazo.

¿Abuelo?.
Esa no era yo, era la voz de Ciel quien lo llamaba.

¿Y qué hago yo aqui?.

El ambiente de la imagen cambió, ahora pasó de ser un hospital a un tipo de fiesta (?. Personas con vestidura extraña, mujeres y hombres con capas negras y ojos tapados por máscaras en forma de mariposas.

—Yo estaré a tu lado siempre—. Era la voz infantil de un niño quien posaba su mano en la de Ciel la cual sujetaba el hierro de una jaula, que con lágrimas en los ojos me sonreía triste.

¿Por qué mi voz suena igual a la suya?
¿Cuando pasó esto?

Miré mi mano, era pequeña y estaba sucia.
Extrañada, desvíe la mirada hacia un cuenco en donde le sirven la comida a los perros y había un poco de agua.
Me acerqué a este y mis ojos se abrieron como dos platos.

Mis ojos, mi cabello, incluso ... mi rostro .... eran exactos a los de Ciel ... Ciel Phantomhive.

Ese es mi nombre—.Otra vez era su voz.
En ese momento, mi mano cambió a una más grande y negra. Con garras largas y se veían afiladas, posarse en el sangriento ojo de Ciel.  Dejando en ese hermoso ojo zafiro una marca.

Una marca diabólica.

La imagen se esfumó, como si se las llevara el viento.

Entonces ....

ೋღ 🌹ღೋ

— ¡AAAHH!! — grité, grité de dolor. Un fuerte dolor se apoderó de mi pecho. Inmediatamente llevé mis manos a éste apretandolo con fuerza hasta que el dolor pasara.

Una vez el dolor pasó, abrí mis ojos uno por uno. Me econtraba en mi habitación correspondiente, con el camisón puesto acostada en la cama.

—¿Te encuentras bien? —.

— ¡Ah!— me exalté del susto. —¡No te aparescas así, casi me matas de un susto!—.

—Lo siento— dijo en voz baja, pues era de noche y todos estaban durmiendo.

Pero no, él estaba en mi cama acostado de lado, apoyando su cabeza en una mano. Mientras que esos ojos azul cielo me miraban fijamente como si quisiera descubrir algo en mi. (Bueno, en este caso sería EL ojo azul, debido a su parche que le cubría el otro. Supuniendo que debería estar la marca de que vi).

— Estoy bien, gracias. ¿Sabes? ... me pregunto ... ¿Qué tienes en ese ojo? — dije titubeando, pues dudaba en preguntarle algo que no era de mi incumbencia. Pero ya lo habia hecho.

El conde no dijo nada, solo me miró desafiante y gateando en la cama se acercó a mi rostro.

—¿Quieres saberlo?— susurró cerca de mi rostro. Tan cerca, que nuestro aliento se mezclaba.

¿Sentía miedo?
¿Sentir miedo por vivir en una mansión de dos seres inhumanos?
¿Sentir miedo de un demonio que ahora mismo tenía en frente y que posiblemente me coma?

Todo lo contrario, tenía ganas ... ganas de abrazarlo.
Ganas de estar a su lado.
Ganas de decirle que ya no está solo. Que ahora estoy con él. Que no se preocupe.

Sentia ... que estaba en casa.

—¿Te sientes bien? —. Su voz me sacó del trance. Me miró confundido.

—S-Si, estoy bien. Solo estoy ... cansada—.
Ciel se apartó de mi y yo me volví a acurrucar debajo de las sábanas.

¿Por qué me sentía asi? Lo acabo de conocer.

Un delgado brazo rodeó mi cintura debajo de las sábanas.

—Tranquila — me susurró. No quiero dormir solo esta noche... si no te importa —.

Llevé mi mano a la sulla acariciandola en señal de respuesta, y posando su cabeza en medio de mi espalda, nos quedamos dormidos.

¿Lo demonios duermen?.

──────•❥❥❥•──────

──────•❥❥❥•──────

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Mi Endemoniado Novio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora