El Shinigami cosio la herida y la desinfecto dejando a Candy en la cama con mucho cuidado de no hacerle daño.
- ¡Tsk! - chasqueo la lengua molesto. El alvino se dio cuenta que no le habia quitado la prend manchada de sangre. Buscó un camisón en el armario que le solia poner cuando ella estaba en coma.
Si, le habia mentido al conde diciendo que solo tenia ese local de sepultero y que no podia tenerla en un lugar como ese cuando era todo lo contrario. Su esposa, aunque no fuera una condesa, tuvo parte de la herencia de su familia y trabajando como doctora pudo hacer su propio hogar en alguna parte de la ciudad en donde ahora padre e hija se encontraban.
- No veo la razón por la que tuvieras que mentirme - era la voz de Ciel quien interrumpia en la habitación sentado en la ventana.
Under: - Aveces soy un idiota- dijo sonriendo. - Era mas facil decir que solo queria que ella estuviera cerca de alguien mas que no fuera yo .
Ciel: - ¿Y qué tiene de malo estar con su padre?- preguntó acercandose a la cama.
Under: - Ningún adolescente quiere estar pegado de sus padres. Ademas, no es sano que esté encereada aqui todo el tiempo, es bueno que conozca mas personas - dijo colocando su mano en la cabeza de Ciel. - Y nada mejor que alguien que es como la familia.
Ciel: - Prometo cuidar bien de ella.
Under: - Mas te vale. Por que si ella llega aquí llorando diciendo que le hiciste daño, te meteré la guadaña en el pecho y te arrancare tu endemoniado corazón - decía apretandole el cabello.
Ciel: - ¡M-Me estas haciendo daño! - se quejó.
- Lo siento - dijo soltandolo
Ciel: - ¿Cuándo se pondrá bien?.
- En un par de semanas- contestó. - Mientras esperas a que se despierte, ¿No te gustaría provar uno de mis ataudes especiales?.
Ciel: - Ahora qie lo pienso, ¿Por que siempre dices eso? - la curiosidad del joven despertó, era extraño que siempre que iba a su local, éste le salia con lo mismo.
Undertaker dudó en decirselo, ¿Como reaccionaria si supiera que el cuerpo de su gemelo estaba ahí, en perfecto estado?.
Era cierto que él no es quien dice ser, es verdad que le ha mentido a todos, y también sabe lo que él siente; Nadie le preguntó sobre su ojo, "¿Qué te pasó ahi?", "¿Dónde estuviste cuando te secuestraron?", "¿Qué pasó con tu otro hermano?". El seño del peliblanco se frunció con melancolía, odiba en sierta parte a la familia del chico por ser unos egoistas que solo piensan en si mismos, así que decidió callarse.
Era lo mejor. Ya pensará en qué hacer con el cuerpo porque ahora lo mas importante era su unica hija, quien estaba al borde de la muerte si era apoderada por el alma de su magnifico plan el cual decidió abandonar.
- Eso será mejor- balbuceo.
Ciel: - ¿El qué?.
-¿Qué piensas hacercon tu vida ? Tus sirvientes envejeceran y por lo contrario tú.. seguiras estando igual. ¿Vas a estar escondido en esa casa por siempre?.
Ciel: - ¿Cómo sabes eso?.
- Me dio la curiosidad cuando supe en lo que te convirtieron, asi que te arranqué una hebra de cabello cuando tuve la oportunidad. El desarrollo de tus celulas es muy lenta salvo si bebes sangre humana.
Ciel se incomodó y disimulando miró a Candy por el rabillo del ojo. Esta vez Undertaker lo tomó de la corbata.
- ¡¿No habrás acercado tus mugroso labios al cuello de mi hija!?.
Ciel: - ¡No, claro que no!- intentó que su mentira sonara convincente. - ¡Ya, sueltame!- lo empujó acomodando su corbata.
Ambos decidieron salir al salón para hablar mejor y dejar a Candy descansar tranquilamente.
Ciel
- Respecto a lo que me preguntaste... He pensado en viajar al extranjero y cerrar la casa, pero deberia pensarlo bien, no lo tengo muy claro.
Under: - Si algún dia lo decides... me gustaria que te llevaras a Candy - lo miré algo extrañado. - No me importaria que ella hiciera su vida al lado de alguien como tu- me miró y sonrió. -Y mientras mas lejos os vayais, será mejor.
Le repetí que jamás le haria daño a Candy y que la cuidaria con cuerpo y alma.
Candy despertó y Undertaker le preparo algo de comer; Mientras ella seguia descansando me quede a comer con él y al sentarme en el ataúd, la puerta se movió y caí de culo mojando mi ropa con agua.
O eso parecía.
Mi cuerpo se paralizó y sentia que mis ojos se saldrian en cualquier momento. No podia creer lo que mis ojos veían.
Mi hermano estaba en ese ataúd.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
