Ya pasaron dos días desde que nos aceptaron en el elenco. Me disfrace de chico con una peluca blanca y al igual que Ciel, me puse ropa de campesino; Pues vistiendome de esta manera nos dejarian dormir en la misma carpa para así poder investigar juntos.
Aunque a Sebastián le tocó en una tienda diferente y para colmo, con un Dios de la muerte que se le nota a la legua lo mucho que se detestan.
— Llevamos dos días aquí y no hemos encontrado ni rastro de los niños. No siento ninguna presencia.
— Relájate, acabamos de llegar. Además no hemos tenido suficiente tiempo, nos han tenido lavando sus ropas y pelando papas. Que por cierto, las tuyas quedaron horribles — dije riendo mientras comía.
—¿Me ves cara de que he pelado papas alguna vez? —
—Usted perdone, don nací millonario — dije sarcástica a lo que Ciel rodó los ojos.
— Más nos vale sacar tiempo porque.. Si un Shinigami está aquí significa que alguien morirá pronto, y no me quiero imaginar que sean los niños. He tenido un mal presentimiento desde que llegamos.
— Eso quiere decir que podríamos dar con los niños gracias a él, ¿No?.
— La mayoría de veces que esos inútiles aparecen, la persona ya está muerta. Porque su función es recolectar su alma, no matarlos ni evitar que los maten.
—¿¡Que hacéis todavía aquí sentados!? ¡Tenemos que seguir entrenando! —
Teníamos un compañero de tienda algo agobiante y nos llevó a rastras a la carpa de ensayos.
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—¡Ufff! Vaya forma de sudar. Deberíamos tomar una ducha—
El pecoso me tomó del brazo sacándome de la tienda. <<¿Acaso no me va a dejar en paz ni un solo momento?>> Miré a Ciel por el rabillo del ojo y éste sonrió, le divertía que me jodiera a mi y no a él.
El castaño me llevó al final de las tiendas y en una zona echa con maderas habían diferentes hombres echándose agua con cubetas.
¿A esto le llama ducha?
—¡Vamos, quitate la ropa! —
—¡No me gusta desnudarme delante de otros! —
—¡No seas tímido, White! —
El chico me tiró al suelo y me subió la camisa intentando quitarmela... Entonces se detuvo en seco y me sacó de allí.
— Esa marca.. ¿Te ha mordido una serpiente de Snake? —
—¡Si! ¡Asi es! — él se sorprendió — Él doctor me antendió de inmediato y logró sacarme el veneno antes de que pasara lo peor— sonreí nerviosa y él suspiró de alivio.
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—Eso estuvo cerca — se acerca Ciel detrás de mi una vez que el pecoso por fin me dejó sola.
—¡Es culpa tuya! .. Te crees que soy tu Banco de sangre—
— Bien que te gusta — me susurra al oído, Ciel coloca una mano en mi hombro y me baja la manga.
— Aquí no... — le susurro — Alguien podría vernos — dije mirando a los lados por si veía a alguien serca.
— Si, también es raro hacerlo cuando vas vestida así —
— Por cierto, ¿Cuánto tiempo estaremos aquí? Me duelen los pechos de taparlos con esta venda—.
— Solo nos queda meternos en las tiendas del elenco principal, sin embargo, ese Shinigami no deja que Sebastián se mueva de noche.
— Para eso tenemos que esperar a que todos estén en la función para colarnos en sus tiendas. Eso significa esperar hasta mañana en la noche.
—Y también significa que tengo que aguantar otro dia mas aquí—.
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Estaba media dormida, me levanté a buscar un vaso de agua y me detuve en seco cuando sentí el aire frío.
— Se me olvidaba que no estoy en mi casa —.
Escuché unos pasos acercarse a donde estaba y me escondí rápido para que no me vieran; Para mi sorpresa se trataba de Joker y sus amigos, se estaban escabullendo del circo.
¿A dónde van a esta hora?.
Entré a la tienda para darme cuenta que el pecoso no estaba en su cama. Intenté despertar a Ciel pero este ni se movía, parecía un muerto <<Tiene el sueño profundo en el peor momento>> No había tiempo para cambiarme de ropa así que cogí el abrigo con el que vine, me puse los zapatos y me fui corriendo tras ellos.
Pensaras que es una locura ir tras ellos cuando yo no soy un demonio y no poseo sus habilidades para enfrentarme a ellos y tienes razón, pero ésta era mi oportunidad de darle información valiosa a Ciel y a Sebastián, de serles útil en esta misión ya que encima me trajeron no quiero estorbar.
