Candy
—¡Señorita! ... ¡Señorita! ... ¡SE-ÑO-RI-TA!—. Era la grave voz de un hombre que llamaba a alguien... ¿O me llamaba a mi?.
—¡¡EH!!— dije dando un brinquito del susto. Me encontraba de pie frente a la puerta de una enorme casa... ¿Esta era la mansion? Delante de mi, yacía un hombre joven de algunos 23 años, vestido de negro, con ojos carmesí y cabello azabache; su enguantada mano de blanco, se estiró hacia mi para que posara la mia en ella y así lo hice... pero dudosa y algo asustada, pero lo hice.
El señor me adentró en esa enorme casa cuyo vestíbulo lucia una hermosa decoración alegre color dorado.
—Vaya...— Fue lo único que mi temerosa voz pudo formular. Un candelabro de crital yacia en medio del techo que junto a los demás candelabros iluminaban el enorme vestíbulo que en el medio lucia una larga y amplia escalera que, a mano izquierda y derecha, conducían a las demas plantas y habitaciónes que en la encantadora, lujosa y prestigiosa mansión tenía. El mayordomo que segundos atrás me indicó pasar con su enorme mano enguantada, cerraba la enomer puerta hecha de madera, tomaba mis dos maletas y se presentaba:
—Señorita Crevan, mi nombre es Sebastian Michaelis y como mi ropa y mi broche indican... yo soy el mayordomo de la familia. Bienvenida a la mansión Phantomhive— se presentaba el alto señor con una firme reverencia, que, antes de que yo se la respondiera, fui interrumpida por tres personas a los que no había notado entrar al vestíbulo.
—¡Bienvenida señorita Crevan!— alegres, me saludaban los jovenes sirvientes con una reverencia.
—Me presento... —decía un hombre de cabello rubio y ojos azules, que por cuya vestimenta parecia el cocinero. — .Mi nombre es Baldroy, pero como todos me llaman..."Bard"—.
— El mio es May-Rin. Estaré a su servicio— algo nerviosa, decía una joven mujer de cabello rojo atado en dos coletas, cuya cabeza lucia una diadema blanca a juego de su vestido de criada. No podía ver el color de sus ojos por culpa de unas enorme gafas redondas que los tapaban.
—¡Yo me llamo Finnian, puede decirme "Finny".¡Es un gusto! — alegre y energético, se presentaba Finny , que aparentaba mas jovenes que los otros dos anteriores. Con sus ojos esmeralda, su cabello rubio cuyo flequillo era sujetado por orquillas rojas, y su enorme sonrisa, le daba a mi nerviosismo, una sensación cálida.
—Es un placer conocerlos a todos —. Menos nerviosa, por fin daba mi reverencia.
—Puesto que ha llegado bastante temprano, la llevaré al salón para que espere al señorito que aún no se ha levantado — decia Sebastian, dirigí la mirada a las ventanas y no me había percatado que estaba lloviendo.
"¿Temprano"?.—¡Mey-Rin!. Lleva las maletas de la señorita a una habitación —.
— ¡Si! — contestó ella.
ೋღ 🌹ღೋ
Sebastian me dejó sola en una sala de estar, sentandome en unos muebles morados que hacian juego con dicha sala. Devoraba unas galletitas y una taza de té caliente servido por éste. Pasaron unos minutos y el sonido de la lluvia era lo único que rompia aquél silencio que me rodeaba en ese momento.
—Me gusta la lluvia.. ¿A ti no? — una voz masculina sonó detrás de mi. Giré mi cabeza por encima de mi hombro derecho y delante de una ventana estaba de pie un chico de mi estatura con traje de pantalon corto, marrón oscuro.
Volteó su cabeza hacia mi: Cabello azulado, ojos azules, y su semblante... era algo serio y frío.—Hmm.. bueno.. — no pude formular palabra, pues en un abrir y cerrar de ojos, tenia a ese chico encima mío.
Sujetandome de ambos brazos, acercaba su rostro a mi cuello.
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Mi Endemoniado Novio
FanfictionViviendo rodeada de demonios autenticos, incluso siendo hija de un legendario Shinigami, ella nunca imagino que se enamoraria de un demonio híbrido.