Existence

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Porque lo sé
El primer día que te conocí
nunca te iba a dejar.
Y yo todavía recuerdo sentirme nervioso.
Tratando de encontrar las palabras para
llegar hasta aquí hoy.
Haces que mi corazón sienta como si fuera verano.
Cuando está lloviendo.
Haces que todo mi mundo se sienta tan bien cuando está mal.
-Kodaline.

.oO0Oo.

Temblaba.

Si, eso era lo que pasaba.

Ginny no podía dejar de temblar. Ron y Charlie, a cada lado de ella, le tomaban la mano, pero los huesos, sus dientes y su corazón no podían dejar de temblar.

Sus padres estaban de pie, su papá apoyaba su mano en el hombro de un abatido James Potter. Ginny no podía imaginarse lo que estaba pasando el padre de su novio.

Su madre hablaba con Bill en susurros. Hermione estaba al lado de Ron, apoyando la cabeza en el hombro de él. Percy y Fleur se habían llevado a Victoire y Dominique a la cafetería para que dejaran de hacer tanto ruido. Remus, Sirius, Severus, Darcy y Marlene estaban sentados también junto a James, nerviosos.

Los ojos de Ginny vagaban por aquí y allá. Hasta que captó a Lily Potter, estaba de pie frente a la puerta de la habitación de Harry, donde lo atendían. Se mordía las uñas y repiquetiaba el pie en el suelo.

Ginny quería acercarse, tomarle la mano. Decirle que todo iría bien, pero le daba miedo. Le daba terror pensar en que ella la rechazara nuevamente.

La verdad era, que Ginny no podía odiar a Lily Potter. Después de todo, ella le había dado a Harry.

Eso no significaba que no estuviera enojada, por supuesto. Estaba furiosa con ella, por como llevaba a cabo las cosas. Por todo. Por hacer sentir mal a Harry y por preferir preservar su orgullo antes que ceder.

Su madre captó su mirada y le sonrió tranquilizadora. Todos habían estado muy preocupados al saber que la habían asaltado. Ginny aún podía mirar los ojos inquietos de Peter Pettigrew, la navaja que había pegado a su costado, aún podía oler su aroma ácido. Nunca lo había visto antes de ese día, pero de alguna manera, ella había sabido que era él. Su mamá había llorado, al igual que Charlie y Ron. Pudieron perderla ese día. Pettigrew muy bien pudo cortarle la garganta y dejarla morir, pero no lo había hecho.

Ginny era su mensajera. Sin Ginny, nadie sabría que él estaba al acecho. Se sentía como la portadora de malas noticias.

-¡James!- grita Lily, de repente, después de que una enfermera se acercara a hablarle- ¡Despertó!

Ginny se pone de pie al instante, llega hasta Lily y la enfermera antes que James.

-¿Él está bien?- pregunta ansiosa. La enfermera asiente, apacible.

-Lo está. Parece un poco perdido. Fue una baja de tensión. Me preguntó si era cierto algo sobre un hombre, Peter. No supe...

El corazón y el estómago de Ginny dieron un salto. Miró a los padres de Harry, que habían palidecido.

-¿Podemos pasar a verlo?- pregunta James, con voz ronca. La mujer asiente.

-Solo familiares.

Lily pasó de inmediato. Ginny se quedó mirando y trató de asomarse para al menos mirarlo de soslayo, él estaba en una cama, con una intravenosa y tenía los ojos cerrados, no usaba las gafas. Quiso lanzarse a llorar cuando la enfermera cerró la puerta en cuanto James entró.

Trago saliva y se retorció los dedos con fuerza. Unas manos le rodearon los hombros y volteó sobresaltada. Todos sus hermanos y madre estaban rodeandola, y las manos eran las de su padre.

Tú y otros tipos de magia (Hinny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora