Tú y otros tipos de magia (Hinny)

Best friend

Tu puedes contar conmigo como
uno, dos, tres
Voy a estar allí
Y sé que cuando lo necesite
Puedo contar contigo como
cuatro, tres, dos
Y tú estarás allí
Porque eso es lo que los amigos se supone que hacen.
-Bruno Mars.

.oO0Oo.

Los recuerdos normales de la primaria de un chico de diecisiete años, normalmente son de jugar a los espías o a los policias y ladrones con tus amigos, o de invitarlos a tu casa a jugar videojuegos y que tu mamá los lleve a comer helado. Bueno, mis recuerdos no pueden estar más alejados de la realidad.

Iba a la escuela por mi bien social, el tener amigos, evitar la soledad. Al ser un "genio", podía resolver un examen en un minuto, responder todas las preguntas y ser el favorito de los profesores, pensar con madurez, pero mis habilidades para socializar eran nulas, por lo que, era la paria del salón. El sabelotodo y el nerd. No era mi culpa que para ellos se hiciera tan difícil leer o resolver la tarea de sumas y restas.

Así que ese era yo, el niño que se quedaba sentado solo en la banca leyendo La Guerra y la Paz, mientras los demás jugaban en el tobogan y en los columpios.

Era el bicho raro. Y no quería hacer nada para cambiarlo. Los demás niños me parecían estúpidos, así que prefería leer o hablar conmigo mismo. Porque resultaba que yo era más inteligente y divertido que el resto.

Fui rechazado por mis compañeros y estaba solo todo el tiempo. Hasta que cumplí siete años, conocí a Draco Malfoy y seguí siendo un rechazado, solo que ahora tenía un amigo.

Mi padrino Sirius, me pidió que lo acompañara a una de las reuniones anuales de la familia Black. Sabía que él las odiaba, pero su prima Andrómeda siempre le rogaba que la acompañara porque no sobreviviría sola con la serpiente de su tia y madre de Sirius, Walburga. Así que Sirius olvidaba su orgullo yendo a esa fiesta, y para de paso hizo que olvidara el mío al obligarme a usar una camisa blanca de vestir, unos pantalones con tirantes de color negro y un chaleco gris. Parecía tremendo ñoño.

Claro que Sirius siempre se tenía que vestir bien, usaba un esmoquin negro y se había negado a usar corbata. Pero se asimilaba mucho a El Gran Gatsby. Y se lo dije, y él me agradeció revolviendome el pelo, pero estaba seguro que no tenía la menor idea de quien era "El tal Gaxbi".

Tuve que saludar a muchas personas desconocidas, estaba aburrido y mamá no me había dejado traer ni un solo libro porque dijo que sería irrespetuoso. Sirius estaba con Andromeda y Regulus, su hermano. Parecía contento de verlos, y yo no quería arruinarselo. Narcissa Malfoy, la otra prima de Sirius que me caía bien, ya que Bellatrix me daba un poco de miedo, se me acercó mientras yo estaba sentado en una silla contando los cuadros del piso.

-Hola, Harry. ¿Como estas?- dijo, amablemente. La miré, y me acomodé las gafas de pasta sobre el tabique. ¿No las mencioné? Era el estereotipo perfecto de un nerd, y mis compañeros no lo desaprovechaban. Tenía todos los requisitos para ser víctima de bullying.

-Bien, señora Malfoy. ¿Y usted como está?- Era un niño educado, por favor.

-Bastante bien- se sentó en la silla a mi lado- ¿Que estas haciendo?

-Cuento las cerámicas del suelo, pero ya acabe, así que ahora clasifico a las personas.

-¿Y como es eso?- cruzó las piernas con elegancia y entrelazó sus dedos sobre el regazo. Siempre me habia parecido muy guapa, con su cabello rubio y su porte.

-Las clasifico por lo que llevan puesto. Hay siete hombres con corbata y cinco con moño. Dos mujeres con vestido corto, y seis con largo, contándola a usted- señalé su vestido negro, y guarde las manos, porque papá me había dicho que era grosero señalar- Lo siento. Hay  una chica y no hay ningún niño aparte de mi.