Tú y otros tipos de magia (Hinny)

Carpe diem

Un beso es todo lo que hace falta
para que te enamores de mí.
Posibilidades;
parece que soy todo lo que necesitas.
-Dua Lipa, Calvin Harris.

.oO0Oo.

Hay 11 áreas del cerebro encargadas del proceso de imaginar. Es como una red neuronal, o un grupo de neuronas imaginadoras. La amaba y odiaba.

La amaba porque podía imaginar lo que se sentiría besar a Ginny, la sensación de sentirlos sobre los míos, besarla lentamente y apreciar cada puto movimiento por más simple que sea.

Y la odiaba precisamente por lo mismo, tenia a esta bella criatura a mi lado sin poder hacer ningún movimiento. Tenia unas malditas ganas de besarla que si no me controlaba, terminaría besándola sobre las cajas de pizza valiéndome un pepino mi familia.

¿Sabían que el deseo de besar a alguien tiene nombre? Filemamanía. Porque un beso es una droga natural, una actividad que no supone conflicto en la vida de un humano, el cerebro es adicto a la oxitocina como un drogadicto a la heroína. Yo quería liberar endorfinas con la pelirroja que estaba a mi lado, demonios.

-Y Harry, ¿hablaste con McGonagall sobre la psicólogo?- pregunto mi madre. Me atragante un poco con la pizza, me habia sobresaltado al ser separado de mis pensamientos abruptamente.

-No. Pero hablaré con ella mañana- conteste después de tomar refresco para pasar la comida por mi garganta. Ginny a mi lado me sonrió.

-¿Sabes quien es la psicóloga?- pregunto en voz baja. La mire confundido.

-Aún no he tenido el gusto.

-Si, si lo has tenido.

Fruncí el ceño. Hice un rápido reviso a todas las personas que vi hoy. Pero no recorde ninguna mujer que me haya dicho que es psicóloga.

-Bueno, en realidad no. Pero te he hablado de ella.

-¿Si?

-Si. Mi cuñada, Fleur, es la psicóloga. Todos los chicos buscan excusas para ir, porque es envidiablemente hermosa...

No podía creer que fuera más hermosa que ella. Nadie podía llegar a la altura de la belleza de Ginny Weasley. Ella era como, el porno para un adolescente con exceso de andrógenos*. Adictivo. Para mi era como un buen libro, tenia que leer y amar cada hermoso centímetro de su ser.

-Pero es muy inteligente. Y es simpática. Te caerá bien.

-Si tú dices- murmuré.

-¡OYE, HAZZ!- grito Sirius. Todos nos sobresaltamos por la sorpresa, Severus se atraganto con el refresco y a Tonks se le habia caido el queso de su rebanada de pizza al suelo.

-¡NOOOO! ¡Mi pizza!- grito en un susurro. Sólo Remus y Ginny la ayudaron, porque todos, mirabamos a Sirius molestos.

-¿Qué?- espete. Pero nada eliminaría el buen humor de Sirius.

-Adivina quien tiene un nuevo papel- dijo alegremente, y meneó los hombros y movió los brazos haciendo un raro baile. Su emoción me contagió.

-¡¿En serio?! ¿para una pelicula o una serie?

Todos, menos Ginny, Sirius y yo, rieron. Sirius hizo un puchero.

-Es para un comercial de shampoo natural- murmuro.

-Ah- dije, para echarme a reir.

Sirius era actor. Aunque un actor fracasado con grandes sueños. No había podido salir de los comerciales mediocres y de un pequeño papel de mesero en una serie, que tampoco era muy conocida. Tenía un trabajo administrando un bar en el centro de Londres, era exitoso y hacía buenas temáticas. No se rendía. Tenia una persistencia de hierro.