Tú y otros tipos de magia (Hinny)

Extra 1: Heal.

11.295 palabras. Nunca había escrito algo tan largo. Espero que le den mucho amor y comentarios o me mato, esta vez en serio >:(

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Las luces brillan y nosotros
tomamos el camino equivocado
Caímos en el agujero del conejo
Y tú te aferraste a mí.
Porque nada es lo que parece
al perder el control
¿No nos dijeron que no nos precipitáramos con las cosas?
¿No brillaron tus ojos verdes al verme?
¿No escuchaste lo que le pasa a las mentes curiosas?
¿No parece todo nuevo y emocionante?
Sentí tus brazos alrededor mío
Debí dormir con un ojo
abierto en la noche

Encontramos el País de las Maravillas
Tú y yo nos perdimos en él
Y pretendimos que duraría para siempre.
Encontramos el País de las Maravillas
Tú y yo nos perdimos en él
Y la vida nunca fue peor pero nunca mejor.

-Taylor Swift.

.oO0Oo.

Harry no puede dormir. Son las dos de la mañana, y es incapaz de pegar ojo. No puede dejar de pensar en la pelea que tuvo con Ginny. Si uno decía algo, cualquier cosa, desataba la ira y frustración del otro.

Harry se sumía en un silencio furioso y Ginny en una defensiva frustrada.

El sexo ya no era solo por placer, o estar con el otro, o la curiosidad y reverencia de antes. Ahora solo es duro, tosco y fuerte. Ya no buscan quererse, ahora solo buscan sentir algo más que solo vacío. Aunque eso significara tener moretones en los muslos y mordiscos en el pecho. Era más furia que otra cosa. Les dolía. Ambos sabían que estaban mal, pero Harry llegaba a disfrutar la forma en que ella echaba la cabeza hacia atrás y Ginny llegaba a disfrutar la manera en que él abría la boca hinchada en busca de aire.

Ginny odiaba a Pettigrew, sentía resentimiento y enojo contra él. No le importaba que estuviera muerto, Ginny deseaba tener un martillo para golpearlo tantas veces como le de la gana. Un odio que le consumía los pensamientos mientras mordía los labios de Harry, o cuando sus manos recorrían su espalda y dejaba rasguños más profundos de los que debería.

Para Harry, todo era un poco más complejo. Él no odiaba a Peter más de lo que se odiaba a sí mismo. Así que casi agradecía los cortes en los labios y los rasguños que dolían al darse una ducha. Agradecía la furia que Ginny manifestaba contra él, el dolor del sexo era más sencillo y práctico que solo meterse un tiro entre las cejas.

Pero esa noche, mientras recordaba que podía ver las costillas de Ginny bajo su piel y que estaba seguro de haberle dejado un par de moretones en las caderas donde había puesto sus dedos, él supo que ya no podía.

No podía seguir con esto.

Así que se levantó, se puso un abrigo sobre el pijama y bajó tan silencioso como pudo. Sabia que sus padres se asustarían si se despertaban y no lo veían, pero a Harry no le importó. Ni siquiera recuerda cómo llegó tan rápido a casa de los Weasley, pero no interesa. Coge unas piedritas y las lanza a la ventana de Ginny, ella se asoma después de unos segundos.

Tiene ojeras y el pelo revuelto, pero se sigue viendo espectacular. Harry tiene un nudo en la garganta cuando ella hace una seña de que ya iba a bajar.

Cree que va a llorar cuando ella sale, pareciendo muy contenta de verlo.

-Me desperté de una pesadilla- cuenta ella, en voz baja, cerrando la puerta tras de sí. Lleva unos pantalones de pijama que le cuelgan de las caderas, ya no le quedan ajustados como antes- Iba a llamarte, pero...