❆🐍︴ᴱˡ ᵃᵍᵘⁱˡᵃ ʸ ˡᵃ ˢᵉʳᵖⁱᵉⁿᵗᵉ || Severus Snape

ꜱɪɴᴏᴘꜱɪꜱ

Todo parecía normal en Hogwarts, era un día hermoso, pero, para una serpiente era un pésimo día.

—¡Vamos Quejicus!— se oyó una voz cerca de los jardines de Hogwarts, eran 2 chicos de Griffyndor molestando al muchacho serpiente.

—¿Que pasa Quejicus? ¿No puedes defenderte solo?— preguntó otra voz lanzando un hechizo al pelinegro.
Este corría para no ser molestado, quería desaparecer.

—¡Dejalo en paz James! ¡Ya Sirius!— se oyó otra voz femenina persiguiendo a ambos chicos, una leona pelirroja que trababa de calmar las cosas.

Los 4 chicos pasaron por un pasillo largo, era normal ver a estudiantes estudiar o simplemente platicar, en una banqueta una Ravenclaw leía tranquilamente sus libros cuando su vista se dirigió a aquel escandalo.

—¡Ya basta James! ¡Dejalo!—grito la voz femenina al ver como el mencionado arrinconaba al chico. El pelinegro lo veía con recelo hasta que el de lentes soltó un bufido burlón.

—Tch, tienes suerte Quejicus, hasta luego Evans— le guiño a la chica y se fue con el otro pelinegro que chocó las manos con el castaño.

—¿Estas bien?.

—Si, gracias Lily— respondió aquel chico de Slytherin acomodándose su túnica.

—No soporto que James te haga eso Severus, lo detesto— aquellos ojos verdes vieron a los negros y este se sonrojó un poco.

—Ya no importa, mejor me voy a mi siguiente clas—- respondió Snape y se despidió para ir a su clase. En eso, su vista fue atrapada por otros ojos verdes, pero era de la chica de Ravenclaw, pero esta apartó su mirada con un pequeño sonrojo mientras volvía a leer.

A Snape no le tomó tanta importancia, aquellos ojos verdes eran como, jade, o tal vez hasta de un color esmeralda, seguramente la volvería a ver y decidió irse.

La Ravenclaw al ver que se había ido suspiró aliviada y continuo con su lectura matutina. Aquel muchacho de 14 años le había llamado la atención, sin duda, la curiosidad de saber quien era la llenó por completo y sin duda, un interés personal también surgió.

[Próximamente...]