Capítulo 2

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Ya han pasado un par de semanas desde que llegamos aquí, tal cual dijo mi madre, al día siguiente de conocer a mi abuelo mis padres hablaron con migo, su castigo fue "leve" ya que gracias a mi todos estaban felices aunque no entienda porque, aun así el castigo me dejo realmente acabada, termine con un pequeño gran morete en la mejilla derecha y sin algunos cabellos, lo normal supongo.

Justo ahora me encuentro en el trabajo, gracias a dios logre conseguir un empleo, mis padres cada mes me piden una cuota por mis gastos en la casa, una amable señora de unos 70 años llamada Ofelia me dio empleo como mesera en una cafeteria, voy de 10 de la mañana a 2 de la tarde de lunes a viernes.

Por ahora siento que con esto esta bien, aunque necesito encontrar otro empleo lo más rapido posible. Estoy terminando de limpiar una mesa cuando un grupo de chicos entra al local, me toca atenderlos ya que mis compañeras estan ocupadas.

-Hola buenos días, bienvenidos a "OFELIA'S CAFETERIA"- salude y una vez les entegue las planillas con las bebidas y postres proseguí -tomen su tiempo para elegir, cuando me necesiten no duden en llamarme- les sonreí y me fuí detras de la barra una vez que todos me dijeron "esta bien" sin siquiera verme por un segundo desde que llegaron.

Al no tener nada que hacer me puse a detallar a los chicos. Son en total 4 hombres y dos mujeres, dos de los hombres son rubios, de piel blanca con ojos azul y verde, ambos parecen hermanos, hay otro chico, quien parece ser el mayor de todos ellos, este es pelirrojo, su piel tambien es blanca y tiene unos ojos color cafe, él ultimo hombre es de pelo negro y piel morena, sus ojos no los alcance a ver cuando estaba junto a ellos. A todos no les calculo más de 20 años.

Luego estan las mujeres, ambas rubias, buen cuerpo a decir verdad, una de ellas se nota que es teñida ya que se logra ver el cominezo de su raíz, ahora que recuerdo, ya me toca retocarme la raíz.

Resulta que yo también soy teñida, según yo soy castaña clara, pero la verdad no recuerdo ya que desde que tengo memoria mis padres me han estado tiñiendo el pelo a negro, según mamá es porque papá siempre quizo una hija de pelo negro.

Veo como es que uno de los chicos, el pelirrojo, alza la mano y me hace seña de que me acerque.

-¿Qué van a pedir?- les pregunte y saque mi libretita con una pluma de mi delantal.

-Traenos dos jugos de naranja recien exprimidos y....- empieza una de las chicas y mira a la otra para que ella termine.

-Y un trozo de pastel de chocolate para cada una por favor- termino la que parece teñida sin siquiera dirigirme una mirada.

-A mi una malteada de chocolate y una dona glaceada- hablo uno de los rubios.

-Un cafe negro y un trozo de pie de manzana- dijo él ultimo rubio.

-Un chocolate y una rebanada de pastel de tres leches- hablo el pelinegro.

-Un Mokaccino y un tro...- el pelirrojo se quedo callado, como asombrado mientras me veía por primera vez.

-Hermano, ¿todo bien?- le preguntaron los demás.

-¿Eh?... si sólo me saque de onda- dijo y se aclaro la garganta -y un trozo de pastel de chocolate por favor.

-Con gusto, en seguida se los traigo- me fuí a la cocina a llenar mi charola con lo pedido, eso realmente fue extraño.

Mientras un compañero de cocina me pasaba las bebidas podía sentir la mirada de alguien sobre mi, discretamente voltee un poco y me tope con el chico pelirrojo mirandome fijamente.

-Aqui tienen, cualquier cosa no duden en llamarme, provecho- me iba a retirar cuando alguien me toma de la muñeca, al voltear vi al pelirrojo.

-Espera, ¿cúal es tu nombre?- vi como sus amigos estaban confundidos por su actitud mientras trataban de no reir.

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