Capítulo 5

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*Newt*

Sangraba, no paraba de sangrar y dolía, tambíen dolía. No quería preocupar a Aeel ya hacia mucho con conducir en su estado, podía aguantar, lo podía soportar. Una lagrima cayó por mi ojo, todavía no podía quejarme. Todo empezó a dar vueltas a mi alrededor, el mundo se volvía borroso. Llevabamos una media hora de viaje.

-¿Aeel?- solo pude formular la pregunta como un pequeño murmullo perdido en el aire, ella seguía concentrada en la carretera, no me había oido.

*Aeel*

-Veo una estación de servicio a unos metros, podremos comprar algo de comida y agua- no apartaba la mirada de la carretera, no quería que nos perdiéramos- ¿Tienes hambre?- Ninguna respuesta, puede que se haya dormido. Lo miré un segundo, parecía dormido, pero...su camisa ya no era azul claro era rojo, un rojo oscuro. La herida. Pisé el acelerador tenía que comprar gasas y vendas.

Hice un aparcamiento rápido, bajé del coche y desabroché el cinturón de Newt- ¿¡Donde has puesto el dinero!? ¡Mierda Newt mirame!- tenía los ojos entreabiertos- No dejes de mirarme ¿Me has oído?- Por suerte el dinero no estaba manchado de sangre. Corrí hacía la tienda e intenté relajarme, ya estaba cubierta de sangre por lo menos que no pareciera una loca.

Era un tienda pequeña , olía a ambientador barato y gasolina. El hombre de la caja era en conjunto pequeño y barbudo, al entrar me echo una pequeña mirada y volvió a sus crucigramas; cogí todo lo que que creía esencial para curarlo: gasas, vendas, tijeras, pinzas para sacar la bala...Pagué todo eso junto a algo de comida y agua y volví lo más rápido que pude al coche.

Comprobé su pulso, era débil pero el corazón seguía latiendo, posiblemente se había desmayado por la pérdida inmensa de sangre, no tenía mucho tiempo. Desgarre su camiseta y comencé desinfectando y limpiando la herida, hora de sacar esa bala o vendar la herida no serviría de nada- Ahora si necesito que no dejes de mirarme en ningún momento, esto te va a doler, te va ha doler mucho- me temblaba la voz, nunca antes había hecho esto. Gritó, gritó de dolor puro- Ya casi, aguanta por favor casi termino- El corazón estaba por salirse de mi pecho, si fallaba podía tocar algún lugar importante y empeorarlo todo, su vida estaba en mis manos como una frágil flor que de un tirón podía morir.

Un último grito.

Cosí y vendé la herida como me fué posible, le esperaba una fea cicatriz. Solté el aire y me di cuenta de que había estado conteniéndolo todo el rato. Comprobé si respiraba, el aire no salía ni de su boca ni su nariz, no respiraba. Rompí a llorar por segunda vez, no podía dejar que muriera porque igual que no era mi momento de morir, tampoco era el suyo. Presioné repetidas veces su pecho y al final me rendí.

Lloré, lloré por todo lo que había pasado, por la muerte de Alexa, por todo el dolor que sentía tanto físico como emocional, por Newt.

-¿Piensas dejarme sin beber toda la vida?- Newt se encontraba tirado en el suelo con los ojos entreabiertos y una sonrisa débil. Extendió los brazos y me tiré sobre él riendo, estaba vivo, no lo había perdido todo.

- Te mueres y te mato ¿Me has oído?- le dije cabreada- Dios, pensaba que te había perdido.

- Aeel...- levantó mi cabeza para que pudiera mirarlo- Me haces daño.

- Perdón- me aparté un poco de él para dejarle respirar- En cuanto vuelvas a estar bien te voy a meter una paliza que me vas a temer más a mi que al propio satanás.

- Espero estar preparado ese día- sonrío como si nada de esto hubiera pasado, era mi mejor amigo, siempre- Ahora dame comida, me muero de hambre.

- Ni una broma más de la muerte, que lo he pasado muy mal. Ahora mismo lo único importante es esta magdalena- cuando terminamos de comer y beber como si no hubiéramos visto la comida en días, cosa que era así, entré a comprarnos ropa nueva. Newt se encontraba mejor le dolía la herida y un poco los moratones pero ya no se desmayaba, yo por mi parte tenía algún que otro mareo.

Le enseñé la camiseta y la sudadera e hizo un mueca de asco- No pienso ponerme eso, pareceré un cartel publicitario de Los Ángeles.

-¿Prefieres ir semidesnudo por todo Los Ángeles?- bufó he izo un gesto para que le tirara la camiseta y luego la sudadera- Una vez vestido ¿Necesitas ir al servicio antes de que nos vayamos?

- Se que voy a parecer un crio pero sí, el viaje será largo- se adentró en la tienda.

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Empezaba a caer la noche y todos los sucesos de aquel día pasaban por mi cabeza. cuando Newt entró por mi puerta, cuando me manché las manos de sangre por primera vez, cuando descubrí que Alexa había muerto, cuando le explote la cabeza a un hombre...Oh dios, le había explotado la cabeza a un hombre.

-Newt, ¿Crees...crees que soy un monstruo?- le pregunté mirándolo un segundo y volviendo a fijar la vista en la carretera.

-Yo tengo otra pregunta para ti ¿Por que debería pensar eso?- respondió sonriendo.

-Le he volado la cabeza a un hombre, no se si te acuerdas- dije seria, no podía mirarlo a la cara ¿Y si se acordaba y se iba corriendo? no podía perder a nadie más.

- No se como lo has hecho y no se si podrías hacerlo otra vez- comenzó, no parecía aterrado ni que se fuera a ir- por ahora confío ciegamente en tí. Tampoco se si esto es por la explosión o no pero estaría bien que aprendas a hacerlo otra vez considerando que somos un par de chicos de diez-y-nueve años.

-Tengo diez-y-ocho- añado.

-¿Eres casi menor de edad?

-¿Y...?

-Nada, nada. Ya que estamos en ronda de preguntas ¿Tienes de verdad carnet de conducir?- preguntó.

- No, pero tampoco me parece que conduzca tan mal, no nos hemos estrellado por ahora- respondí satisfecha y orgullosa.

- Casi nos salimos del camino tres veces- contraatacó poniendo énfasis al tres.

- Como bien has dicho casi nos salimos- dije poniéndole ahora yo énfasis al casi, ni que condujera tan estrepitosamente mal.

- Ahora pregunto ¿Donde vamos a dormir, tu eres el mayor no?

- Esto no funciona así, que yo sea el mayor no significa que sea el responsable- dijo indignado, tras pensar unos segundos se le ocurrió una idea y por su cara puse en duda que fuera buena- ¿Has visto la película de Ocean 's 8?- al no recibir respuesta por mi parte siguió explicando- es una película de unas tías que roban un collar de unos ciento cincuenta millones de dolares y al principio de la película la tia se hace pasar por uno de los clientes diciendo que se les ha retrasado el vuelo y si pregunta pueden tener la habitación unos dias más, y lo consige.

- No somos ni unos ladrones, ni unos estafadores- no creí que sea buena idea- eso solo ocurre en las pelis.

-¿Tienes alguna idea mejor que esta?- pregunta encendiendo la luz interior para vernos mejor.

-No...

- Pues eso vamos a robar un teléfono y colarnos en un hotel, sencillito- finiquita sonriente.

-Si, super sencillo- lo veo acomodarse para dormir un rato antes de llegar, deben quedar todavía unas dos horas- He rubito, dentro de una hora te voy a despertar, yo he tenido al igual que tu un día de locos y por si no lo sabías las chicas también duermen.

- Lo que tu digas, pero ahora dejame dormir e imaginar que no estoy en un choche robado con una tia que explota cabezas y que no se si podré volver a mi casa, gracias.

Era una buena definición de nuestra situación actual. En la carretera las únicas luces que había eran las de el coche que supongo que podíamos llamar nuestro, las de la ciudad muy muy a lo lejos y la dela luna plateada dando luz cuando la hora del sol aquel día había llegado a su final.

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