Capítulo 12

16 3 1
                                    

*Newt*

-¡AEEL!- la llamé intentando ser escuchado entre las alarmas de emergencia.

-¡Newt, echame un cable con esto!- seguí su voz hasta una habitación. Ella se encontraba junto a una chica de pelo rubio y ojos azules, rodeando la camilla donde un niño estaba indemne. Al ver mi cara de confusión Aeel se acercó a mi con el fin de explicarme la situación- Le he dejado el taser y se ha auto electrocutado ¿Que hacemos? Yo he sacado a dos ¿Tu?

-Yo he sacado a otros dos, John y esta- comenzé señalandola con la cabeza- ni he visto el color de sus ojos, está sedada-¡John!-el chico entró en la habitación sin rechistar- ¿Tienes fuerza?-asintió- Pues coge a ese niño, no debe pesar mucho, y luego siguenos- este se acercó a la camilla y cogió al niño sin esfuerzo-¿Como se llaman las tuyas?- susurre a mi compañera.

-No se, les he obligado a venir, les he dado un arma, me han seguido- suspiré, aveces Aeel era increíblemente insensible.

-Yo soy William, puedo llevar a la chica si me sacáis de este lugar ahora- William era algo más bajo que yo con la cabellera rubia castaña y expresión de fanfarronería, parecía tener un físico robusto y ejercitado, miré a mi compañera que asintió. El se acercó y con un esfuerzo mayor que el mío cogió en brazos a la chica que de alguna manera estábamos raptando.

-Seguidme- ordené saliendo por la puerta. No nos habíamos alejado de la puerta, no sería un trayecto largo, más estaría repleto de disparos por parte de los vigilantes que ante la salida nos esperaban. Aeel iba junto a mi, la chica rubia nos seguía junto a William y John iba al fondo.

Cinco hombres esperaban nuestra llegada- Manteneos detrás nuestro y si se acercan mucho usad las armas como podáis. Cuando yo diga ya quiero que corráis hacia la puerta- ordenó Aeel sin mirar atrás. Todos asintieron. Estaban tan desesperados por salir de aquel lugar que aparte de seguirnos se habían ofrecido a ir corriendo hacia una puerta cerrada sin saber que pasaría.

Le pasé por la espalda la pistola que ella se guardó, ambos sacamos los cuchillos. Sonreí, hora de la sangre.

Los cuchillos eran tan sólo destellos teñidos de carmesí, dos hombres se encontraban ya muertos y uno había caído electrocutado por dos tasers y ahora tenía una fea quemadura en el cuello. Un grito me sacó de la pelea, Aeel se encontraba con la mano en la pierna ensangrentado, le habían disparado.

No quedaban balas, cogí el espejo del bolsillo, lo tiré contra el suelo y clavé los cristales en el ojo de una mujer que amenazaba con dejar sin consciencia a la chica rubia- Dame la pistola- ordené neutro a la rubia, me la entregó sin pensarlo dos veces. Sin pensarlo corrí junto a ella, golpeé el estómago del capullo que le había disparado, tan solo se curvó ligeramente, suficiente para el plan. Recibí un cuchillazo en la mejilla, más el hombre ya estaba cerca de mi pistola, disparé cargué y disparé- ¡AHORA!- corrí con Aeel apoyada en mi hacia la puerta que poco a poco iba desapareciendo.

Me giré, vi como todos corrían para llegar junto a nosotros-Vamos, corred al coche junto a Aeel- dije señalando a mi amiga.

Todo pasó muy rápido. John me miró agradecido, dos balas cruzaron la puerta antes de que se materializara del todo, lo miré apunto de gritarle que se apartara más el tiempo me venció; una se enterró en su nuca, su expresión se nubló, la bala salió por su frente. La otra no volvió a salir, había entrado por su espalda a la altura de los pulmones.
No me salía la voz, un nudo en mi garganta apresaba mis palabras, su cuerpo cayó hacia adelante junto al niño que portaba en sus brazos; corrí junto a ellos con las lágrimas manchando mi visión- Tio mirame- su piel era la de un fantasma, blanca como la nieve recién caída, no podía mirar sus ojos abiertos y sin vida, los ojos que habían rogado seguir viviendo, los ojos que se habían convertido en los de un amigo. Los Mismos ojos que ya no brillaban con la luz de la vida- ¡JODER!

Los azules volvieron y no los reprimí. La ira era en aquel momento era todo yo, estaba guiado por ella- Newt coge al niño, todavía respira- la voz de Aeel era lejana; me agaché y recogí al niño, no podía mirar el cuerpo del chico de tan solo diez-y-seis años que ahora yacía en el suelo sin vida.

La energía me recorrió, a mi paso los coches iban ardiendo en llamas uno por uno. Aquello había sido la última gota que había derrumbado todas las murallas de mi mente. Sentía como las chispas flotaban sobre mi, oía las explosiones lejanas. Bajo mis pies unas grietas se formaron, sonreí al sentir todo lo que me rodeaba, tanto poder...

Aeel...me miraba como si fuera un monstruo, estaba aterrorizada y su mirada lo reflejaba como un espejo.

*Aeel*

Todo estaba en llamas, había obligado a los chicos a meterse en el coche. Los iris de mi compañero destacaban entre todo su cuerpo, eran de un azul todavía más intenso que el de las llamas que rodeaban el lugar; no eran suyos, no era el. El suelo de verdad se resquebrajaba a su alrededor.
Por primera vez me aterrorizaba.

Me acerqué a el con paso firme, como pude, y las manos en alto- Detente ahora o seré yo la que te detenga- Si la vida de todos peligraba sería mi deber detenerlo como pudiera. Esquivé por unos centimetros un rayo que se dirigía hacia mi, estaba a unos pasos de el. No pensaba apartar la mirada en ningún momento, quería que se diera cuenta de lo que estaba haciendo. Unos guardias salieron del edificio, Newt dibujó una sonrisa demente, los ombres gritaron sin descanso hasta que las llamas consumieron sus cuerpos.

El volvió a concentrarse en mi, por un segundo lo vi dudar, me entregó al niño y sonriendo acercó una mano a mi hombro. Sentí la piel bajo su mano arder, una pequeña lagrima bajo por mi mejilla- No te voy a abandonar- dije sonriendo-Eres y siempre serás mi mejor amigo- Levanté mi mano y acuné su rostro en ella, ardía, pero si quería que volviera no podía apartarme, debía seguir junto a el- Eres mi única familia Newt, eres mi hermano, mi padre y mi amigo- vi como poco a poco iba volviendo a ser el, pero cuando el color de susu ojos se comenzó a atenuarse, justo antes de volver a ser el una corriente me electrifico.

*Newt*

Dejé de sentir la mano acariciando mi rostro, Aeel cayó de espaldas, cogí al niño antes de que cayera; una quemadura destacaba en su piel blanca, iba desde su hombro hasta el inicio de su cuello, y yo había sido el culpable.

- ¡Que alguien venga a coger al niño necesito que lo tratéis con cuidado y tapéis el flujo de sangre!- Nadie salió del coche, me temían-¿HE DICHO QUE VENGÁIS!¡Juro que si no salís reventaré en pedazos el coche con vosotros dentro!- Pasaron unos minutos, la chica rubia salió intentando ser valiente más sus manos temblaban y sus pasos eran inseguros. Llegó junto a mi y dejé a la criatura con cuidado en sus manos.

Levanté el cuerpo de mi amiga con cuidado, estaba cubierta de moratones rasguños y quemaduras, la bala seguía en su pierna, ella había conseguida para el flujo mas seguía preocupado, se me había ido de las manos.

La deje en el asiento del copiloto, cuando entré en el coche noté la tensión del lugar, seguían temiendome y eso por ahora estaba bien, no teníamos peligro de que intentarán traicionarnos. William y la chica estaban cuidando de los desmayados, el niño tenía una herida en el pecho, un tiro de bala- Nombre- ordené mientras arrancaba en dirección al Punto K, era el nombre que Aeel, por un capricho, había decidido ponerle ¿Y por qué la K? Simplemente le gustaba la K. O esa había sido su única respuesta.

-William.

-Clark.

-¿Es tu nombre real?- pregunté mirándola de reojo, estaba tensa.

-Si.

-¿Nos dirás el real?

-No- dijo con la voz temblando.

-Os hemos de enseñar a mentir- quedaba mucho viaje por delante-Dormíos, lo necesitáis.

MonstersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora