Capítulo 15

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*Aeel*

La puerta se abrió dejando entrar a la morena seguida de Clark, ambas cargadas con diferentes bolsas.

-Soy consciente de la hora que es pero es estrictamente necesario que nos acompañéis- crucé mi mirada con la suya, ella tan solo asintió, habíamos acordado que al llegar al almacen y dejarlos descansar mínimamente íbamos a extraer todos sus localizadores para repartirlos por la ciudad.

Indecisos, todos asintieron y subieron al coche sin una queja. Tras un par de vueltas entre calles teñidas por la oscuridad de la noche dimos con un callejón iluminado solamente por una farola parpadeante.

Me bajé del transporte imponente.

-Sinceramente, esto da mucho mal rollo- aporto William siguiendo los pasos de Newt hasta recostarse en una de las paredes bajo el pequeño foco que iluminaba el recobeco entre edificios. Su rubio cabello desordenado mostraba pequeños destellos que, junto a sus ojos esmeralda, le hacían parecer cubierto de una delgada capa de oro. No se marcaban grandes músculos como a Newt pero aún con su cuerpo no pasaba desapercibido.

-¿Por que estamos aquí?- qüestinonó la rubia con la voz entre cortada y débil, se aferraba al asiento del coche, a su lado nuestra querida bella durmiente me miraba indecisa hecha un ovillo junto a Clark.

-Por si alguien se lo está planteando no vamos a mataros- aclaré acercándome a ellas con la mano en alto haciendo un sutil gesto para que salieran del auto.

-¿Acaso pensáis que arriesgamos tanto para ir a buscaros con el único objetivo de mataros horas más tarde en un callejón?- añadió mi compañero dando un paso al frente para colocase a mi altura y encar a las niñas aterradas, que no se disponían a salir. 

Los ojos azules-grisáceos que antes me observaban pasaron al rostro de de mi amigo quien, con una sonrisa dulce y risueña, asintió. Ella bajó del coche lentamente, más sus manos ya no temblaban, estaban hechas un par de puños blancos de la fuerza que ejercía, trataba ser valiente.

-¿Por que estamos aquí?- preguntó William detrás nuestro.

-Vamos a sacar el localizador que tenéis en el cuello- respondí- William, Newt te lo sacará-este asintió -a ti te toca conmigo- dije mirando a 'bella'.

Newt fue relativamente rápido con William quien lloro pero no se apartó, en cambio yo estuve un buen rato hasta que me dejó quitárselo. Newt me tendió el localizador del rubio y tiré ambos a un gran contenedor.

- Te dejo a la otra- Newt asintió- cuando termines dámelo, entendido? - volvió a asentir.

Me acerqué a la esquina, no había nadie cerca.
Oía de fondo a Clark pidiéndole que no lo hiciera y a Newt intentando convencerla.
La alrme del coche se diparó, me giré, uno de los cristales estaba roto, volví junto a Newt que estaba haciendole el corte a Clark.

Disparos.
Otro estruendo, otro cristal roto. Era imposible ver de donde venían los ataques con una luz tan tenue.

-¡Todos al coche!- grité de inmediato- ¡Ahora!
Entraron todos, arranqué nada más cerré la puerta, miré atrás todos estaban dentro y a salvo- Bella, venda la herida de Clark- Aceleré sin pensar.

*William*

Pasaron un par de días en los que tan solo nos dedicamos a adaptarnos, descansar e intentar congeniar. Aeel y Newt eran responsables y diligentes, más en el fondo era consciente de que eran también unos niños tratando de sobrevivir. La tensión con Newt había disminuido, nunca dejaba de mostrar que en aquel momento su posición era superior, pero trataba de dirigirse a nosotros como sus iguales, a diferencia de Aeel, que con solo entrar provocaba que todos los músculos de mi cuerpo y el de las otras se tensaran hasta marcarse bajo los ropajes. El único que parecía no temerla era su compañero, a su par parecía ser el único que era capaz de controlar la ira destructiva que ella desprendía.

El corte dolía siempre, cuando las camisetas rozaban la piel de mi cuello ardía de dolor. Yo, había retirado las vendas el día anterior al notar que el flujo de sangre se detenía y ya no le era necesario cubrirlas.

"Quiero llorar, no soy capaz de seguir asi"

Una voz temblorosa y femenina pronunció aquellas palabras en mi mente. Desde que había sido rescatado diferentes voces resonaban en mi mente, tenia la impresión de que se trataban de diferentes criterios, diferentes pensamientos, más no eran mis pensamientos.

No era capaz de pegar ojo, aquellas voces inundaban mi mente...Imágenes se proyectaban en mi cabeza como pequeñas películas, pero no recordaba nada de aquello, siquiera aparecía yo ninguna de ellas. Y todas eran tan distintas...

Una mano me agarró por el hombro, provocando que yo inmediatamente diera un pequeño salto de la impresión- William, ven, hay que discutir un par de cosas y necesitamos tu ayuda- me informó Aeel. No tenía certeza si era necesario que huyera para salvar mi vida o confiar en que mi sangre no se derramaría hoy y que, en verdad, requerían mi ayuda. Pero, ¿Para que podrían necesitrme?¿Que opinión útil podía ofrecer yo?

Entré al almacén, era temprano y me encontraba recostado en el marco de la puerta tan solo observando como, a lo lejos, la luz del sol se abría paso entre las grandes edificaciones de la ciudad.

Las únicas dos personas despiertas a parte de mi se encontraban sentadas en el sofa ante la mesa cubierta completamente de papeles con cálculos, mapas y direcciones. Las chicas estaban posiblemente todavía dormidas en la esquina donde se encontraban todas las camas separadas por cortinas y unos pocos armarios para la escasa ropa que no habíamos permitido comprar cada uno.

Echaba de menos la vida de antes de la explosión, la vida de la qual mi mejor amigo había desaparecido ante mis ojos y de la que yo creía haver desaparecido junto a el.

-Necesitamos dinero, no podemos vivir solo de pequeños robos- anunció la morena mientras observaba atento los cálculos, los números eran demasiado bajos.

-Sobretodo ahora que somos más- añadió Newt suspirando.

-Por lo que veo la cantidad de suministros se ha duplicado- dije. Unas oscuras y profundas ojeras destacaban bajo los ojos de ambos, su piel era pálida. Estaban abarcado mucho más de lo que eran capaces ambos- ¿Y si conseguimos trabajos todos? Todos tenemos la edad legal para ello.

-Hay un problema, ninguno tiene identificación- rebatió Aeel.

-No tenemos ni carnet de identidad, ni carnet de conducir...- de un trago vació el baso que, seguramente, contenía una bebida alcohólica. Estaba dispuesto a cojer la botella ya casi vacía y guardarla, pero Aeel fue mas rápido que yo y tras darle un último trago la dejé a un lado del sofá lejos del alcance de su amigo.

Ambos estaban bastante jodidos.

-Yo tengo dinero- los dos dejaron su discusión para clavar su vista en mi. Si aquello podía ayudarlos a todos ¿Por que no? Realmente no tenía nada que perder, aquella era mi nueva vida por ahora.

-¿Dinero?- preguntaron ambos al unison.

-Mas te vale que no sea una de tus bromas tío- advirtió Newt. Aeel tan solo me miraba expectante a la espera de la explicación.

-No encuentro útil hacer una broma ahora mismo- respondí- Antes de toda esta...mierda, digamos que tenía bastante pasta y, a menos que mi dinero haya desaparecido, todo lo que necesitamos está en mi cuenta bancaria.

-¿De cuanto estamos hablando?- cuestionó el rubio- ¿Eras millonario o algo por el estilo?

-No exactamente...- dije dibujando una pequeña sonrisa- Más bien billonario.

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