"A veces quiero dejar que te vayas, pero otras no quiero dejarte ir, así que, antes de que mi corazón elija dejarte ir, envejecer juntos no parece una mala idea."
Zoé:
20:23 horas.
El sentimiento de tristeza me llena de pies a cabeza. «Esto no es real», pienso tratando de evadir las palabras de Hunter. Él me ama y jamás me diría estas palabras, él jamás haría lo que yo hice una vez.
"Siempre hay una primera vez", sabia la persona que haya dicho aquellas palabras. Sostengo su mano, pero se suelta de ésta, hiriéndome. No físicamente, pero emocionalmente quizá si.
-He decidido dejarte ir, Zoé. No hay nada que te detenga aquí, nunca más -repite, agregando más palabras. Una lágrima escapa de mis ojos.
-Anteriormente pensabas casarte conmigo, ¿Qué te ha hecho cambiar de opinión?
Me mira sorprendido, pero solo puedo poner atención a las manchas oscuras debajo de sus ojos y el rojo de estos, por lo que, llego a la conclusión de que ha llorando con anterioridad, antes de citarme aquí. -¿Cc-ómo lo sabes?
-Te he preguntado otra cosa. Dime, ¿Qué te ha hecho cambiar de opinión? -espeto ya más desesperada que triste.
Su silencio no me da la respuesta; solo evade mi mirada, como si el cielo fuese a darle la respuesta. -Me di cuenta que no estamos destinados a terminar juntos -esta vez, me mira- nunca lo estuvimos. Solo estuvimos encaprichados el uno con el otro. Pero, a mí, ya se me ha pasado.
-Tus palabras me duelen, Hunter. Ya estoy cansada de llorar -cubro mi boca para no dejar escapar los pequeños gritos, consecuencia de las gotas saladas.
-¡Yo también lo estoy! -es de noche, pero aún así, hay gente, ya que estamos en un lugar público. Algunos se detienen y murmuran cuando Hunter se exalta, otros ignoran y siguen caminando- dejemoslo aquí, ¿Si? No necesitas ir a casa a recoger tus cosas, las he llevado con Dave. Excepto esto, quería entregartelo personalmente -enseñó el álbum en el que había estado trabajando por días y que cargaba en sus manos sin darme cuenta, hasta ahora, y que, después lo puso en mis manos.
Le miro incrédula, limpiando las lágrimas, aunque es inútil, porque no dejan de salir. -Está bien -digo asintiendo- terminemos con esto.
-Me alegra que estés de acuerdo. Adiós, Zoé.
-Adiós, Hunter -digo. Miro hacia la acera donde el semáforo está en color rojo y comienzo a caminar sin mirar atrás.
Pareciera una venganza programada por Hunter desde mi regreso. Pero ya nada importa, él ha decidido terminar con algo que, tal vez, nunca empezó.
Aún sin mirar atrás, no logro entender porqué me iba a pedir que me casara con él. Si su plan desde un inicio era terminar conmigo, ¿Por qué me cuidó y protegió? ¿Por qué simplemente no se alejó desde un principio? ¿Por qué llegó a ilusionarme y a hacer cambiar mi decisión de quedarme a su lado? ¿Por qué dijo que sería el padre de mi bebé? ¿Por qué hizo un álbum repleto de imágenes de nosotros y de Florence, para después regresarmelo?
No entendía absolutamente nada, y pensar en ello solo me confundía más. Si solo fue un capricho, ¿Por qué sus ojos estaban oscuros como si no hubiese dormido en días y rojos como si hubiese llorado por horas? ¿Por qué?
Me detuve en seco y mi corazón comenzó a acelerarse con brusquedad. Ahora tenía todo claro, Hunter estaba ahí... Hunter sabía que lo dejaría.
Abracé contra mi pecho y con fuerza el álbum y me giré para explicarle todo. Que lo amaba, que ya no quería dejarlo y que quería casarme con él.

ESTÁS LEYENDO
Tears are Falling | Terminada
Teen Fiction“Las lágrimas están cayendo, haciéndome nunca ser capaz de volver amar.”