4. Mamá.

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"No estoy llorando porque esté triste, es porque el viento está soplando."

En las vacaciones de fin de curso los planes eran muy sencillos de realizar, Thomas me llevaría con él a Chicago. Pero mamá había enfermado muy frecuentemente las semanas pasadas que no pude ni mucho menos quice dejarla sola. Sí, no fui a Chicago. En cambio, Kate, muy "amablemente", se ofreció a hacerle compañía tomando mi lugar en el avión. Ellos habían estado pasando tiempo juntos los meses después del supuesto primer beso. Thomas casi no salía conmigo por mi trabajo en la cafetería, que pasaba más tiempo con Kate que conmigo. Y me molestaba, cuando no debía hacerlo. Yo no me entrometía en su relación y Kate tampoco lo hacia; sospechosamente, ella me trataba bien y me llamaba por mi nombre oficial. Obra de Thomas. Pero podía ver su hipocresía, todos podían verlo, pero Thomas estaba cegado por sus ojos verdes y sonrisa colgate.

"¡Zoé, Kate y yo somos novios oficialmente!"

Esas fueron las primeras palabras de mi amigo al llegar al aeropuerto de New York. Sonreí, pero era más falsa que la torre Eiffel de mi llavero. Ese día, me había mostrado, Thomas, muy felizmente, todas las fotografías que se habían tomado su "novia" y él en sus vacaciones de verano.

"¡No me interesa!", gritó mi subconciente desesperadamente. Pero a Thomas se le veía tan emocionado que no di por finalizada aquella demostración fotográfica.

Si antes, Thomas no pasaba tiempo conmigo, menos ahora que era novio de Kate. TODO el día estaban juntos, tomados de las manos y liandose cada cinco minutos. Y cuando Thomas quería acercarse a mí, Kate aparecía mágicamente agitando su varita y hechizandolo con sus ojos verdes.

"¿Por qué parece que estás celosa? Sólo es un amigo, ¿No?", recuerdo que me dijo Dave -un compañero de trabajo- mientras preparaba café. Y no supe contestar a su pregunta. Era cierto, Thomas sólo era un amigo, pero entonces, ¿Por qué me comportaba así? Me cuestioné varias veces al día esa pregunta, pero no obtuve respuesta alguna y eso me confundió más.

Dos meses antes que cumplieran un año como novios Kate hizo toda una feria, hubo globos, pastel, ¡todo! Kate preparó una fiesta para celebrarlo, como si se hubiese tratado de su aniversario de bodas. Ella quería festejarlo antes de que terminara el último curso juntos como compañeros de secundaria y entraramos como compañeros de preparatoria a Hollis, algo que, en lo personal, me parece tonto, porque nos esperan otros tres años juntos en Hollis. Recuerdo con precisión que un letrero colgaba en la entrada con los garabatos: T&K 20/07/2006. Y también recuerdo que me imaginé como sería la mejor manera para hacerlo desaparecer. ¿Qué estaba sucediendome?

-¡Vamos, Zoé! Hace mucho que no salimos juntos y quiero que salgamos los tres juntos al cine -mala idea, Thomas. En todo el día, en clases me había estado suplicando, rogando, inplorando, que salieramos todos juntos como los tres mosqueteros. Pero yo sabía que era una idea incorrecta.

-Thomas, por última vez, no. Sabes que tengo que trabajar -seguíamos discutiendo en medio de la banqueta y ésto me estaba cansando.

-Por favor, te lo pido, Zoé -casi juraba que iba a incarse.

-Ya, déjala, Amor. Mejor vamos tú y yo juntos, igual sabes que no veríamos la película -le guiñó un ojo. Yo los rodé.

-Kate, por fa... ¡Cuidado! -Kate había bajado la banqueta y casi es arrollada por un auto, pero Thomas alcanzó a tomarla de la cintura y girarla. El impacto hizo que Kate chocara contra mí, empujandome hacia la pared. Mi codo estaba raspado y sangrando, genial- ¡¿Por qué no te fijas? Joder, Kate!

-Estoy bie...

Gimotee del dolor.- ¿Qué pasó, Zoé? ¿Te lastimaste?

-Sólo es un pequeño golpe, no te preocupes.

Tears are Falling | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora