5. ¿Celos?

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"El amor tiene dos caras, de felicidad y trsteza. Creo que el amor y la lluvia son similares el uno del otro."

Esperaba fuera del consultorio del hospital mientras revisaban a mamá. Veía como la gente hospitalizada estaba acostumbrada con su estancia aquí, como las enfermeras y doctores iban de un lado hacia otro, como los niños esperaban fuera jugando sin saber la gravedad de la enfermedad de sus padres y que podrían perderlos en cualquier momento. Negué, borrando de mi mente aquella posibilidad.

-Mamá, ¿Qué te dijeron? -mamá había permanecido callado durante todo el camino y eso me inquietaba aún más.

-Detectaron a tiempo el cáncer -sonrió, pero detrás de esa sonrisa podía notar su angustia y tristeza.

-Entonces, ¿Por qué no pareces contenta?

-Lo estoy, cariño.

-Mamá.

-Está bien... van a quitarme un seno -no contesté, había quedado atónita con sus palabras- pero todo saldrá muy bien, lo superaremos juntas -me tomó de la mano y se agarro con fuerza de ella. Sabía que le dolía perder una parte de su cuerpo, y soy egoísta al pensar que está bien si eso permite que mamá no me deje.

Habían transcurrido dos días desde mi "pelea" con Thomas y, de alguna forma, quería hacer las paces con él, pero también seguía molesta. Me volví tan orgullosa que, Thomas va a tener que acercarse a disculparse para que pueda otorgarle mi perdón, y volvamos a ser amigos como en el pasado. Si bien había aceptado mis sentimientos hacía él, no significaba que iba a correr desesperada a contarle. Ésto era un secreto que me llevaría a la tumba.

Vi como Dave se acercaba en su bicicleta hacía mí. Había recibido un mensaje de él, diciendo que venía hacía Hollis. Más loco no podía ser. Agitamos las manos al unísono por lo que reímos.

-Hola, Zoé -estacionó la bicicleta y mostró una bolsa del restaurante de a lado de la cafetería. Dave vestía el uniforme escolar del colegio para hombres, era un año mayor e iba en un curso más elevado que el mío.

-¿Trajiste comida china? -dije emocionada, el sushi y la comida china eran mis preferidas.

-Sí, comamos -entramos al colegio y tomamos asiento en la cafetería.

-No sabía que ibas en el colegio varonil -tomé los palillos y me dispuse a comer.

-No sabes muchas cosas de mí -dijo con tal seriedad que me produció escalofríos- no te asustes, Zoé. Sólo bromeaba.

Sí hubiese conocido a Dave mucho tiempo atrás, estoy segura que habría terminado enamorada de él. Sólo lo conocía como un compañero de trabajo: serio, disciplinado y tonto. Pero era totalmente divertido y no paraba de hacer bromas. No pude terminar de comer por tanto reír.

Después de comer, Dave salió a paso veloz a su colegio. Había salido sin permiso e iba retrasado.

Durante la clase de la señorita Susane, había puesto más atención de lo acostumbrado. Hoy enseñaba literatura y una frase en la pizarra me llamaba la atención: "El amor tiene dos caras, de felicidad y tristeza. Creo que el amor y la lluvia son similares el uno del otro". No sé de donde la había sacado, pero era totalmente falsa. El amor es solo tristeza y lágrimas.

Más tarde comenzó una lluvia inesperada. No era temporada y nadie traía paraguas. Realmente amaba la lluvia, pero, ¿Cómo iría a casa?

La ventana se había empañado como aquél día. Tracé el nombre de Thomas en éste y luego lo borré. El salón se iba vaciando poco a poco, todos eran recogidos por sus familiares, pero está claro que yo me quedaría. Al final, sólo eramos Thomas y yo.

Tears are Falling | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora