Tears are Falling | Terminada

27. He vuelto.

A veces sientes una presión en el pecho, que te provoca un dolor inmenso. A veces, se cura con medicamentos. Otras veces no. Yo era la excepción.

A veces sientes que no puedes seguir. A veces, alguien viene y te levanta y te dice que no te rindes. Otras veces, estás sola.

A veces quieres acabar con tu vida, creyendo que el dolor se irá. Pero no se va. Al contrario, el dolor aumenta a tal intensidad que quieres volver a acabar con ello, pero te das cuenta que ya estás muerto.

A veces quieres llorar, pero ya no hay que derramar. Todo ha escaseado.

A veces, creemos que las personas que una vez amamos, se han ido. Pero, otras veces regresan.

Zoé espera a que todos los chicos salgan del vestidor para dirigirse a su taquilla y abrirla. Toma la camisa de la parte de abajo para deslizarla por su cabeza, pero la luz se apaga.

Lo único que siente es un brazo cogerla de la cintura y que la lleva hacia otro lugar. Su boca es cubierta por una mano, obviamente masculina.

El miedo comienza a invadirla recordando aquella vez en la playa, pero luego el chico habla:

ã…¡No grites. No hagas ningún ruido. Unos chicos se han escondido en los vestidores para dar con la chica disfrazada de hombre.

Con solo hablar, Zoé se percata de la persona que la ha salvado de ser descubierta: Thomas.

Algunos ruidos y murmuros son producidos por los universitarios escondidos. La luz se vuelve a encender y los chicos salen decepcionados de los vestidores.

Ahora Zoé puede confirmar su sospecha, Thomas la mira. Pero ya no hay rencor ni resentimiento. Su expresión es confusa.

Thomas baja la mano que cubría la boca de ella lentamente. Aún después de ello, sus anatomías siguen muy cerca de distancia la una de la otra. Los dos, no solo escuchan su respiración, también, sus latidos.

ㅡGra-cias ㅡdice con voz temblorosa.

Ella espera una respuesta por parte de él, pero este solo la mira estático.

ㅡTe extrañé ㅡhabló después de varios segundos.

Thomas acerca sus labios a los de ella, Zoé intenta alejarse pero es inútil, está acorralada por sus brazos.

Cierra los ojos como si así fuese a evitar el contacto de sus labios.

Pero no lo hace.