Choi Eunsol, una jovén con tan solo 19 años con un pasado terrible, es una chica sensata, desconfiada de las personas a su alrededor decide independizarse y seguir adelante a pesar de todas las trágicas experiencias que ha vivido, pero en una de ell...
Salí agotada del trabajo, había esperado algunos días (tres para ser exacta) para que llegara mi descanso, viernes, y también... mi cumpleaños. Decidí ir a la casa de Yoongi el viernes por la tarde, ya que así no tendría pendiente del trabajo y estaría más relajada para hablar con él. Llegué a mi apartamento y dejé mis cosas en la mesa de la cocina, suspiré y me dirigí a mi habitación, dispuesta a dormir. Me cambié e hice a un lado las mantas para recostarme, Soa me estaba mandando mensajes.
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Sonreí a la pantalla, pues había hecho algo por mi nueva... Amiga, y eso me hacía sentir bien, me hacía sentir buena persona porque tenía que serlo, ya que ella nunca fue mala conmigo, si, he cambiado mis pensamientos últimamente, no tiene nada de malo hacer algún amigo o amiga... Solo tendría que tener precaución ante las acciones que llevan, si son buenas o malas, para así yo estar segura de dar mi confianza o un pequeño afecto a alguien, Soa poco a poco me a demostrado que... Puedo confiar en ella y darle un poco de valor a la pequeña relación amistosa que llevamos desde entonces, claro, no quería ir tan lejos, pero por lo menos tener un poco de compañía y vibras buenas de parte de ella, no estaría del todo mal.
Dejé mi celular en la cajonera y suspiré, me ponía esto de nervios, ir a ver a Yoongi al día siguiente y no saber que expresión o reacción tendrá, me ponía muy nerviosa, nunca me importaba nada... Pero está vez si me ponía a pensar, y esos pensamientos no me permitieron dormir esa noche.
Día siguiente.
Llegué de la universidad, hice mis tareas y actividades pendientes con tranquilidad, sin presión alguna, hasta que se llegaron las seis de la tarde. Me di una ducha larga y me vestí:
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Me dirigí a la puerta temblorosa, tomé la perilla y solté un suspiro. - Aquí voy...
Me dije y salí del departamento, dirigiéndome hasta la parada del autobús.
...
Caminaba por el vecindario que me había indicado Jimin en las notas de mi celular, buscaba la calle mirando la pantalla del dispositivo y a mis alrededores, pero todo empezó a ser más inquietante al darme cuenta que había casas de adinerados, un vecindario de estándares altos, tragué saliva y seguí buscando. Me paré frente una residencia, la correcta según la dirección que me había dado Jimin, al mirar que si se trataba de un vecindario de ricos me di por vencida.
